Mes de María 2018

Mes de María 2018
El 8 de Noviembre comienza el Mes de María. Es un tiempo privilegiado para contemplar a Jesucristo, su encarnación, su vida y su pasión y su resurrección al compás de la oración mariana predilecta por el pueblo de Chile. Cada vez que comencemos a rezar “Dios te salve, María, llena eres de gracia…” acordémonos de la historia de salvación que Jesús nos trae cada día a cada uno de nosotros y nuestra vida con sus luces y sombras.
El mes de María es un tiempo maravilloso para volver a las raíces de nuestra fe que María vivió con tanta sencillez y humildad, pero al mismo tiempo con tanta fe y firmeza en los momentos de tribulación.
María es ejemplo de disponibilidad. El “Hágase en mí, tu voluntad” ha de resonar en nuestros corazones y en nuestra mente como el primer paso para descubrir el camino que Dios nos tiene trazado a cada uno de nosotros. En María, el hacer la voluntad de Dios es acogerlo en su vida sin reserva, sin condiciones. Es un Sí total que cambia su historia y la historia de la humanidad.
La presencia de Dios en su vida genera en ella un dinamismo espiritual que la lleva a visitar a su prima Isabel. La presencia de Dios en nuestras vidas nos lleva a vivir con fuerza el llamado al servicio y el amor al prójimo que Dios nos hace. Ese encuentro lleva a la alegría, al reconocimiento de Jesús como el Salvador y a cantar, a alabar, y a proclamar las maravillas de Dios. Él es nuestra alegría, Él es nuestro gozo, Él es todo para nosotros”.
En este tiempo privilegiado que nos regala la Iglesia dispongamos nuestro corazón recordando las palabras que María le dice a los discípulos del Señor en las bodas de Caná: “Hagan lo que Él les diga”.
Esa actitud hizo no sólo que Jesús transformara el agua en vino para animar la fiesta de Bodas sino que también transforme nuestra propia vida. El Evangelio de Jesús, su Buena Nueva, su salvación ofrecida sin reserva frente al reconocimiento de nuestra condición de pecadores, y acogida con humildad, nos llevará a la conversión y a la alegría del corazón, que, a veces, se nos presenta tan esquiva en la vida, y a una especial disponibilidad para rezar los unos por los otros.
Que el Mes de María, sea un mes bendito que nos permita prepararnos con fuerza para celebrar el misterio de la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre y la Navidad que se aproxima.
Que el Mes de María sea el tiempo de vivir con intensidad el mandato de Jesús de amar a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo.
Y por último, que sea el tiempo privilegiado para recordar que nada nos separará del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, como muy bien lo recuerda San Pablo.

+Fernando Chomali
Arzobispo de Concepción

Publicado el: 7 Noviembre, 2018
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