Semana Santa, tiempo para renovarnos en la esperanza

Nuevamente estamos viviendo Semana Santa en cuarentena, en medio de este tiempo complejo y difícil de pandemia, en el cual debemos redoblar los esfuerzos siendo responsables en nuestro cuidado y en el cuidado de los demás. Tiempo que viviremos en casa, junto a nuestras familias y que puede ser una ocasión propicia para la meditación, la reflexión y la oración.

Esta nueva cuarentena y la gravísima situación sanitaria que enfrentamos nos conecta con algo que a veces perdemos de vista, que es lo frágil y lo vulnerables que somos, así como también en algo que nos recordaba el Papa Francisco, que “todos somos importantes y necesarios”[1], y que nos necesitamos mutuamente para que nuestra vida tenga sentido.

Estos días de Semana Santa pueden ser una oportunidad para fortalecer la iglesia doméstica que son nuestras familias, en nuestros hogares, en los cuales podemos preparar un pequeño altar y seguir de manera online las distintas liturgias y momentos preparados, para vivir estos días santos, así como tener momentos de oración en familia, ya que tenemos tanto porque rezar y encomendar.

En cada Semana Santa no sólo volvemos a recordar lo que sucedió hace casi dos mil años, sino que volvemos a actualizar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, y su entrega por cada uno de nosotros, así como volver a ser testigos de la respuesta de Dios por una humanidad nueva a imagen de Jesús. Días en los cuales podemos detenernos a reflexionar sobre nuestras propias cruces, que necesitamos redimir, así como ser más conscientes de las cruces que llevan tantos y tantas, que necesitamos también hacernos responsables de ellas, ya que no sólo es la crisis sanitaria que enfrentamos, sino también la social, ambiental, eclesial y tantas otras.

Vivamos con intensidad de manera personal y en comunidad esta Semana Santa, contemplando los misterios que nos dieron nueva Vida, acompañando a Jesús en el camino de la cruz, hasta su resurrección; días que son una escuela para enfrentarnos a esta vida con sus luces y sombras, pero que vivimos como Jesús abandonados y confiados en el Padre.

Los invito que aprovechen los esfuerzos que realizan sus Comunidades y la Iglesia de Concepción, para llegar a sus hogares con las distintas celebraciones litúrgicas y momentos preparados que nos ayudarán a profundizar en esta semana que es la más importante para los cristianos, ya que como dice San Pablo “si Cristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe”[2]. Sin embargo, resucitó y esa la causa más profunda de nuestra esperanza y confianza a pesar de los obstáculos y dificultades que enfrentamos.

Semana Santa no sólo es un tiempo para la reflexión, sino que contemplando a Jesús también nos invita al compromiso y a la entrega a la manera de Él; son días para cuidar nuestra vida y la de los demás, pero también para preguntarnos en qué la estamos gastando; días para restablecer el rumbo de la vida hacia el Señor y hacia los demás.

Pbro. Víctor Javier Álvarez Tapia
Vicario para la Pastoral de Juventud

[1] Papa Francisco, bendición Urbi et Orbi 27 de marzo 2020.

[2] 1 Cor 15,14.

Publicado el: 29 Marzo, 2021
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