“Tienes que ir y hacer lo mismo” (Lucas 10, 25-37)

En estos días, estoy leyendo lentamente la Encíclica FRATELLI TUTTI del  Papa Francisco, un regalo que nos llega en un tiempo confuso y complejo. Los primeros destinatarios somos nosotros, el pueblo de Dios y la comunidad eclesial, llamados a dar testimonio. Me llama la atención que el papa Francisco haya elegido la parábola del  Buen Samaritano, como texto inspirador, su fuerza y claridad son inagotables, en todo tiempo y espacio, y hoy, estamos necesitados de orientación.

Cuando tenemos tantos nudos críticos, la pedagogía de éste  evangelio, nos aterriza con su realismo, porque pone el foco en una realidad concreta, con personas concretas y con acciones concretas. Nos ofrece claves para Ver, Juzgar y Actuar, mostrándonos las trampas u obstáculos  que muchas veces nosotros mismos nos ponemos, para justificar nuestras decisiones y opciones.

El corazón de la pedagogía, es el encuentro entre personas, y la lucidez para actuar frente al que se encuentra a la orilla del camino. Así también, aquellos que debiendo actuar, no lo hacen, por diversas razones. Estos personajes, me recuerdan cuantas veces podemos comportarnos como unos u otros. Es más, creo que en eso, no actuamos con real convicción. Podemos preguntarnos, entonces ¿con qué personaje me identifico?, y si identificándome ¿actúo en consecuencia?

Nos entrega un enfoque y un  itinerario, que pone el acento en el valor que tiene la persona que se encuentra a la orilla del camino, herida, excluida, despojada, y en la aproximación que realiza el samaritano, quien se compadece, empatiza y se hace cargo. Cada una de estas actitudes, se traducen en decisiones y acciones muy concretas, como curar las heridas, buscar un albergue, asegurarse de que tenga lo que necesita y comprometer recursos económicos para ello. Incluso, va más allá, no le endosa a otros, al posadero, se haga cargo, sino que compromete que a su regreso, si es necesario pagara lo que haya gastado de más.

Máxima exigencia, porque desafía nuestros límites y posibilidades como personas y comunidad, también como institución, porque nos advierte que no da lo mismo llevar adelante la misión de cualquier manera.  A mí personalmente, me presenta grandes interrogantes en el servicio que estamos animando. Si estamos dispuestos a comprometer tiempo, recursos, vínculos, en el fondo hacernos cargo, hasta que nos aseguremos que la persona puede pararse y seguir adelante con su vida. Yo creo que no del todo. Nuestra aproximación es aun, muy insuficiente, precaria, entre otras cosas porque nos ponemos condiciones y criterios de eficiencia que no son fruto de una reflexión, buscamos resultados inmediatos, con mínimos costos, y se nos hace difícil perseverar cuando no obtenemos los resultados que esperamos, muchas veces , dejando en el camino a los destinatarios de nuestra misión. En este sentido, debemos ser muy responsables y respetuosos.

El Papa Francisco en Fratelli Tutti nos dice “la parábola nos advierte sobre ciertas actitudes de personas que se miran a sí mismas y no se hacen cargo de las exigencias ineludibles de la realidad humana” (numero 67).

La invitación es a revisar nuestras actitudes personales y como comunidad, para que crezcamos en la eficacia del servicio apostólico a los hermanos.

Gabriela Gutierrez Holtmann
Delegada Episcopal para la Pastoral Social
Iglesia de Concepción

Publicado el: 22 Octubre, 2020
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