Como un modo de servir a la comunidad porteña, un grupo de laicos de la Parroquia San José de Talcahuano dieron vida a la “Fundación Mil Sonrisas”.
Su objetivo es colaborar en el crecimiento espiritual, personal y social de los habitantes de Vista Hermosa y Cerro Alegre, principalmente.
Esta organización es coordinada por un Directorio presidido por el Padre Hernán Enríquez e integrada por Iván Mardones, Verónica Vásquez, Miriam Guidoti y Albina Mendoza, y por un grupo de socios que animarán su trabajo permanente.
Muchos y diversos son los desafíos que Mil Sonrisas deberá enfrentar. Lo fundamental, señalan sus directivos, es convertirse en un espacio de servicio a los vecinos de Talcahuano, especialmente a aquellos que viven en los cerros; promover la participación ciudadana y desarrollar tareas de promoción espiritual y humana.
Para su Presidente, el Padre Hernán Enríquez, “ésta es una obra relevante; nace de la constatación de una realidad social, muchas veces dura, que necesita levantarse, crecer, desarrollarse y de las propuestas de laicos comprometidos que buscan ir más allá de las obras de asistencia, siempre necesarias, pero que en sí mismas no bastan, si se quiere transformar aquellas situaciones adversas que no permiten el crecimiento humano”.
Entre las tareas por hacer, están: fortalecer a los grupos ya existentes, como por ejemplo el Taller Arenas y promover la generación de otros; la construcción de una sede que albergue a los vecinos en sus proyectos y aspiraciones; desarrollar trabajos de formación y apoyo con niños y jóvenes; acompañar a los adultos mayores y estar, en definitiva, presente en todo aquello que beneficie el desarrollo personal y comunitario.
