Arzobispo llamó a los estudiantes a ser un don de Dios para servir

Publicado el: 19 Marzo, 2018

Un cálido y enérgico mensaje del Arzobispo Fernando Chomali marcó el inicio del Año Escolar de los Colegios Católicos de la Arquidiócesis de la Santísima Concepción, en una Eucaristía realizada en la Iglesia Catedral.

“Ustedes son un gran don, un gran regalo, cada uno de ustedes valen más que todo el oro del mundo. Y ¿por qué? Porque a diferencia del oro, somos hijos de Dios. Es muy hermoso saber que Dios ha pensado en nosotros desde todos los tiempos. Ninguno de los que estamos aquí es producto del azar, de la casualidad, cada uno ha sido parte del pensamiento de Dios. Por eso nadie los cambiaría ni por todo el oro del mundo. Valemos tanto que Dios mismo dio la vida por cada uno de nosotros”.

Asimismo, el Pastor señaló “ese don, hermanos y hermanas se convierte en tarea, y nosotros queremos ayudarlos con lo mejor de nosotros mismos, a que hagan bien la tarea, que significa sacarle brillo a ese don, convertirlo en luz, convertirlo en don para los demás. El hombre y la mujer es un don que adquiere plenitud humana cuando se convierte en un don para los demás. Esa es una tarea de todos los días, hasta el último día de nuestras vidas”.

Monseñor Chomali también señaló el camino para hacer bien esa tarea. “En primer lugar, tomar conciencia del privilegio que significa estar estudiando. Hay miles de niños que no tienen donde estudiar, que no sueñan con una sala o las tecnologías que ustedes tienen”. “En segundo lugar, abrirse a la verdad que nos hace libres, por eso la mejor manera que tienen de responder es estudiando, ya que el estudio les permitirá hacer realidad sus sueños”. “Y, en tercer lugar, para prestar un servicio a los demás. Estudiar para servir, comprenderse como parte de la sociedad para servir, comprenderse como un don de Dios para convertirse en un don para los demás”.

Los estudiantes participaron activamente en la Eucaristía desde su inicio, llevando los estandartes en la procesión de entrada, cantando en el coro, como guías de la Santa Misa, en las lecturas y oraciones universales, además de la presentación de las ofrendas de pan y vino junto a cajas con útiles escolares.

Al finalizar, hicieron propio el llamado del Arzobispo, a tener la vocación de la alegría que significa ser parte de una comunidad educativa y formar parte de la misión de la Iglesia. Encendieron cirios en señal de ser luz en medio de la sociedad, en medio de los hermanos y hermanas a quienes están llamados a servir.

 

Comunicaciones, Vicaría Episcopal para la Educación

 

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