Con palabras de agradecimiento, destacando el compromiso de los varones con la fe en Dios y la Iglesia, monseñor Fernando Chomali, presidió la eucaristía con motivo del IV Aniversario de la comunidad de Los Madrugadores, que se efectuó en la parroquia San Pablo de Chiguayante.
Los grupos madrugadores nacieron gracias a la iniciativa de dos jóvenes (Octavio Galarce y Ramiro Bravo), en Rancagua, en mayo 1989, previo a la inauguración del santuario de Schoenstatt, el que permanecería abierto todo el día y en mérito a la necesidad de “hacer Guardia a la Virgen; Mater tres veces Admirable”. Si embargo, teniendo el interés de participar, surgió la dificultad del horario, por sus trabajos, entonces se propuso participar los sábados, a las 07 de la mañana. De allí nació el nombre de Madrugadores.
Esta “corriente de vida mariana”, como es llamada, integrado solamente por varones, ha ido creciendo en sus casi 30 años en Chile y en el extranjero y constituye un importante adhesión de varones a la oración matutina. Pese a tener un nacimiento en la congregación Schoenstatt fundada por el sacerdote José Kentenich, más del 70 % de los grupos, no pertenecen a esta congregación.
En la parroquia “San Pablo” de Chiguayante, hace cuatro años y solamente con 4 fieles nació un nuevo grupo y que fue apadrinado por su similar de la parroquia Santa Cecilia de Talcahuano, precisamente en sus inicios, por lazo familiar de Ricardo Barra Novoa con sus hermanos José y Héctor residentes en dicha comunidad.
La primera madrugada fue en el Santuario de Schoenstatt de Montahue asistiendo Luis Muñoz, Luis Larenas, Alejandro Vidal y Jorge Fuentes, ocasión en que un grupo realizaba su compromiso de Alianza de Amor con la Mater. A la fecha, son 30 los varones que madrugan a rezar cada 15 días. Actualmente el coordinador del grupo es Moisés Muñoz.
El sábado 16 de marzo, luego del Santo Rosario, se dio inicio a la eucaristía que presidió monseñor Fernando Chomali, quien en su mensaje destacó el entusiasmo con estos varones demuestran su fe y confianza en Dios y la intercesión de la Madre de Jesús. Al mismo tiempo enfatizó la devoción que luego de una jornada semanal de trabajo, se dan el tiempo para rezar tempranamente, mientras otros descansan. En relación a las lecturas de la liturgia enfatizó la condición del creyente en ser consecuente y perseverante en el servicio a los demás, no encerrándose en sí mismo, que trae como consecuencia enfermarse, más bien se debe abrir caminos al prójimo.