Compartir una taza de café, experimentar el frío de una noche de invierno, escuchar una sincera historia de vida, todo eso vivió un grupo de estudiantes y funcionarios del Liceo La Asunción de Talcahuano, que fueron voluntarios del Albergue Móvil acogiendo a hermanos en situación de calle.
Javiera San Martín Novoa, profesora diferencial, señaló “primera vez que vengo, encuentro maravilloso que se generen estos espacios con las personas en situación de calle para conversar con ellos, compartir un café, una sopa, también con las colegas y con todo el equipo del Liceo La Asunción que viene a colaborar con esta experiencia que la encuentro genial”.
Por su parte, Viviana Arriagada Rodríguez, estudiante 4° Medio A, dijo “creo que es un momento grato para compartir con personas que no tienen los medios, aportar un poco de comida o incluso una taza de te que no pueden adquirir”.
Las comunidades educativas de los Colegios del Arzobispado son voluntarios de esta obra social de la Iglesia de Concepción por tercer año consecutivo. En cada visita agradecen la posibilidad de servir, y regresan a sus casas con la certeza de haber dado cumplimiento al mandamiento nuevo de Jesús: ámense los unos a los otros, como yo los he amado.
