Candidatos al Diaconado avanzan en el camino a su ordenación

Publicado el: 17 Diciembre, 2018

Los aspirantes y candidatos al ministerio diaconal vivieron, este domingo 16 de diciembre, con gran solemnidad, una etapa más en su camino a la ordenación.

En esta oportunidad se entregó la admisión como candidatos al ministerio diaconal, el lectorado y el acolitado, respectivamente, durante la Misa que presidió monseñor Fernando Chomali, en la catedral de Concepción. La Eucaristía fue concelebrada por el director de la Escuela del Diaconado Permanente, presbítero Marcelo Bustos.

Monseñor Chomali, en su homilía,  manifestó que “ustedes, que se están preparando para ejercer, en algún momento, el ministerio diaconal, tienen muy claro y les pediría que sean hombres de oración; junto a sus esposas y sus hijos sean familias de oración. Solamente estando llenos de Dios, como lo vimos en el Sínodo, tener un verdadero camino misionero y de conversión y seguir la tarea evangelizadora, como Él nos ha planteado para ejercer el ministerio del orden sacerdotal, diaconal y también laical”.

Agregó que “estando bajo la presencia de Dios, siendo hombres y mujeres de oración, la paz de Dios que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los pensamientos y sus corazones en Cristo. ¿Por qué no tenemos paz en nuestro corazón?, ¿por qué no hay paz en nuestras familias?,¿por qué no hay paz en la región, en el país?, ¿por qué no hay paz en el mundo?, porque hemos construido un mundo al margen de Dios, no le damos ninguna importancia a la oración y ninguna importancia a la fe”.

Afirmó, además, que “nosotros tenemos esa misión de mostrar que la fe mueve montañas, que la oración Dios la escucha y que tiene repercusiones en nuestra vida”.

El Arzobispo llamó a vivir la generosidad. “El hombre generoso confía más en Dios que en sí mismo. Ustedes como candidatos al diaconado tienen la misión fundamental de ayudar al necesitado. Su diaconado tendrá consistencia y tendrá peso específico, en la medida que se les note la preocupación fundamental por los más pobres. Esa acción evangelizadora tiene que ir acompañada de una acción clara hacia quien más lo necesita. Dios nos pide una rectitud de vida, es decir poner la confianza en Dios y no tiene que entenderse en contraposición a trabajar por la justicia social y a vivir con dignidad. Tenemos que vivir de una manera recta y, en la actual realidad que vivimos, se convierte en una exigencia aún mayor. Que este tiempo tan hermoso, sea un gran impulso misionero para ustedes”, concluyó.

Acompañaron a los nuevos aspirantes y candidatos al Diaconado, sus familiares y fieles de comunidades a las que pertenecen en su servicio pastoral.

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