Una bonita experiencia solidaria llevó a cabo el Centro de Educación Integrada de Adultos Monseñor Alfredo Silva Santiago (CEIAMASS), que vivió una noche de voluntariado en el Albergue Móvil “La Misericordia”, en el frontis del templo catedral.
Los alumnos Jennifer Ortiz y Jorge Garcés, las profesoras Katherine Varela y Francisca Elgueta y los apoderados Lorena Figueroa y Juan Álvarez, representaron a la comunidad educativa y además de dialogar con las personas atendidas, les sirvieron una colación preparada por ellos mismos.
Jorge, alumno de segundo nivel medio, dijo “fue muy bonito porque es algo que no hacemos con frecuencia. Yo soy cristiano, y creo que siempre uno debe compartir lo que tiene con el otro y mirarlo como un igual, que necesita de nuestro apoyo. Fue una oportunidad de conocer algo que generalmente no se aprecia a la luz del día, me alegra ser parte de este voluntariado. Compartir con las personas ha sido genial, pensé que iban a ser más cerrados pero no, fueron simpáticos, abiertos y nos contaron sus historias”.
Por su parte, Jennifer señaló “me encantó la experiencia, cuando la profesora me dio la posibilidad me anoté enseguida. Lamentablemente no pude traer a mi hijo porque tiene clases al otro día, pero me gustaría que más adelante también participara de esto. La experiencia me parece muy buena, aquí compartimos con la gente, se ve que somos iguales porque uno sirve el café y se sienta a conversar de la vida, los hijos, y eso es genial”.
Además de los voluntarios que ya sirvieron en el Albergue Móvil, hay más alumnos y alumnas que se comprometieron a asistir en los próximos meses.
FUENTE: Comunicaciones Vicaría para la Educación y Fundaciones Educacionales
Una bonita experiencia solidaria llevó a cabo el Centro de Educación Integrada de Adultos Monseñor Alfredo Silva Santiago (CEIAMASS), que vivió una noche de voluntariado en el Albergue Móvil “La Misericordia”, en el frontis del templo catedral.
Los alumnos Jennifer Ortiz y Jorge Garcés, las profesoras Katherine Varela y Francisca Elgueta y los apoderados Lorena Figueroa y Juan Álvarez, representaron a la comunidad educativa y además de dialogar con las personas atendidas, les sirvieron una colación preparada por ellos mismos.
Jorge, alumno de segundo nivel medio, dijo “fue muy bonito porque es algo que no hacemos con frecuencia. Yo soy cristiano, y creo que siempre uno debe compartir lo que tiene con el otro y mirarlo como un igual, que necesita de nuestro apoyo. Fue una oportunidad de conocer algo que generalmente no se aprecia a la luz del día, me alegra ser parte de este voluntariado. Compartir con las personas ha sido genial, pensé que iban a ser más cerrados pero no, fueron simpáticos, abiertos y nos contaron sus historias”.
Por su parte, Jennifer señaló “me encantó la experiencia, cuando la profesora me dio la posibilidad me anoté enseguida. Lamentablemente no pude traer a mi hijo porque tiene clases al otro día, pero me gustaría que más adelante también participara de esto. La experiencia me parece muy buena, aquí compartimos con la gente, se ve que somos iguales porque uno sirve el café y se sienta a conversar de la vida, los hijos, y eso es genial”.
Además de los voluntarios que ya sirvieron en el Albergue Móvil, hay más alumnos y alumnas que se comprometieron a asistir en los próximos meses.
FUENTE: Comunicaciones Vicaría para la Educación y Fundaciones Educacionales
