Alumnos y alumnas de numerosos colegios de la enseñanza pública y particular subvencionada no confesionales, iniciaron con una Eucaristía, el inicio de su año académico, que se celebró en la parroquia San Agustín de Concepción.
La celebración fue presidida por monseñor Fernando Chomali, arzobispo de Concepción, quien en su homilía logró un grato diálogo con los estudiantes, ya que algunos fueron invitados, al ambón del altar, a expresar algunos sentimientos de amor y agradecimientos. Hubo testimonios muy hermosos, en que los alumnos y alumnas agradecieron por la vida, por sus padres, por la naturaleza.
Monseñor los llamó a tener fe y a creer en Dios. “Lo más importante es creer en Dios. Si estamos aquí, es porque creemos en Él, porque Él nos regaló la vida, nos dio a nuestros padres. Es importante agradecer siempre, por el amor que nos tiene Dios, por su gran obra. Debemos tener siempre un corazón agradecido y tener a Dios muy presente en nuestra vida”, reflexionó.
Durante las ofrendas, grupos de alumnos llevaron al altar cajas con alimentos no perecibles para destinar a hogares de ancianos y de menores. Al concluir, los alumnos porta estandartes subieron al altar para ser bendecidos.
La Delegada Episcopal para la Educación, Adriana Fernández, informó que “esta es una Eucaristía que se realiza por octavo año por nuestra Vicaría, dirigida especialmente para los colegios no confesionales, que son muchos colegios de la educación pública, pero también de la particular subvencionada que provienen de alrededor de 18 establecimientos. Esta convocatoria ha ido creciendo y nos motiva a seguir con esta instancia y buscar otros espacios de evangelización en el ámbito de la educación no confesional”.
La Delegada Fernández también resaltó el rol del profesor de religión, quien dijo que es muy fundamental en esta convocatoria. “Las invitaciones se generan a través de los profesores en los establecimientos no confesionales y, además, de la voluntad de los directores para que sus alumnos puedan participar en esta eucaristía”, añadió.
Catalina Espinoza, profesora del colegio Guillermo Velasco de Tomé, manifestó su alegría de participar de esta celebración de inicio del año escolar para los colegios no confesionales. “Es una excelente instancia para que los alumnos puedan compartir esta riqueza espiritual”, puntualizó.
Por último, la alumna Victoria Martinez expresó sentirse muy contenta de estar en esta misa. “Me siento muy bien, porque tal vez esta oportunidad no se dé en otra ocasión. Cuando Monseñor nos llamó a agradecer, yo pensé de inmediato en mi madre, porque ella me trajo al mundo”, confidenció.
