“Las personas que provienen de otros países enriquecen la cultura nacional”. Así lo afirmó monseñor Fernando Chomali, durante la celebración de la Misa del Día del Migrante, en la catedral de Concepción, que contó con autoridades presididas por el intendente regional, Rodrigo Díaz.
La presencia de numerosos extranjeros residentes en la zona, muchos de ellos vestidos con trajes típicos, animó la celebración y llenó de colorido el ambiente.
En su homilía, Monseñor Chomali, señaló que dejar el país no está exento de dificultades. “Soy nieto de migrantes. Mis cuatro abuelos son palestinos, llegaron hacen 100 años a Chile y escuché toda mi vida, las grandes dificultades que tuvieron para salir adelante, pero el tesón del migrante los llevó a tener una vida próspera y a formar una familia”.
Luego, reflexionó sobre el concepto de la tolerancia. “Es una palabra que se ha ido enquistando en Chile. Se dice, entonces, hay que tolerar a los migrantes, y a mí no me gusta, porque no es una palabra cristiana. Los cristianos, los católicos, no toleramos a los migrantes, los amamos, que es muy distinto. Los queremos profundamente, porque forman parte del plan de Dios para nuestra Patria; forman parte del plan de Dios para sus propias vidas. Los migrantes embellecen la ciudad, embellecen nuestra cultura, la enriquecen; son un don de Dios”, expresó, llamando a acoger con mucho cariño y acompañarlos.
Hizo notar la grandeza de Dios, pero también de la pequeñez humana. “Pensamos sólo en nuestro interés, en lo que nos conviene, pero no tenemos una mirada amplia, la mirada de Dios que es absolutamente incluyente”, ya que pese a las diferencias, lo fundamental es la común humanidad y que todo atisbo de racismo, de xenofobia, no es auténticamente humano.
Manifestó que le llama profundamente la atención, en el contacto con los migrantes de Concepción, “el cariñó que le tienen a las autoridades públicas y las autoridades que ayudan al migrante. Eso es hermoso. No ven a la autoridad pública, comenzando por el Ministerio del Interior, a través de extranjería, que ojalá se llame la oficina de migración, no ven a un enemigo, ven a un amigo. Eso es tremendamente hermoso. Lo mismo pasa con Carabineros y todas las instituciones y eso habla muy bien de nuestra región. De modo especial se destaca en esta tarea, don Luis Navarro, a quien no me canso de felicitarlo de la inmensa labor que hace para los extranjeros que vienen a avecindarse a la región”.