Con el canto del “Gloria” y campanadas celebraron Vigilia Pascual en Concepción

Publicado el: 10 Abril, 2012

Con gran solemnidad se celebró la Vigilia Pascual en la catedral de Concepción, iniciándose con la bendición del fuego, en el atrio del templo, con presencia de numerosos fieles.

Al interior, los fieles fueron encendiendo sus velas, que un grupo de seminaristas preparó y obsequió a cada persona. Monseñor Fernando Chomali, quien portaba un cirio encendido fue el primero en entregar la luz a las personas que colectivamente fueron entregando al resto.

Después del Pregón Pascual cantado por el presbítero Nino San Martín, se continuó con la liturgia especial de la Vigilia, que incluyó también la bendición del agua. Después de este rito Monseñor Chomali fue esparciendo el agua a todos los fieles reunidos en el templo, cerca de las 23 horas.

Momento de gran solemnidad fue el canto del Gloria, en que simultáneamente se hicieron tocar las campanas que anunciaba a la ciudad anunciando la Resurrección de Jesucristo. El templo se iluminó con todos los cirios encendidos.

“Con la fraternidad en la resurrección de nuestro Señor Jesucristo – dijo Monseñor en su homilía-, los cristianos conmemoramos la principal confesión de nuestra fe: celebramos a quien mataron colgándolo de un madero y Dios lo resucitó, según los hechos de los Apóstoles”.

Subrayó respecto a que “si Jesucristo no resucitó, vana es nuestra fe y vana también nuestra esperanza. Esta confesión de fe es la que nos conecta y nos identifica con los apóstoles, con los primeros discípulos, con los creyentes de los primeros siglos, y con los cristianos de todos los tiempos en todos los rincones de la tierra.”

El Pastor se alegró, señalando que “es hermoso saber que en todas partes del mundo, 5000 obispos, 450 mil sacerdotes están leyendo las mismas lecturas; están celebrando la misma liturgia y están proclamando a una sola voz , que Jesucristo ha resucitado”.

Dijo, además, que para que esta confesión de fe sea auténtica es necesario que “nos confesemos como hombres y mujeres nuevos y eso es un don de e Dios. Para ello, procuraremos, mediante la oración, renovar nuestra mente, nuestros criterios, según la lógica del evangelio y la sabiduría de la cruz y no según la lógica del mundo”.

Monseñor Chomali concluyó, indicando que “esta nueva Pascua nos permita amarnos los unos a los otros como Él nos amó; que permita pasar del odio al amor, permita pasar de la tristeza a la alegría, una alegría que nada ni nadie nos podrá arrebatar . Dios quiera que esta Pascua nos lleve a pasar del egoísmo al servicio y la solidaridad; a pasar de una vida centrada en nosotros mismos a una vida centrada en el otro; a pasar de una vida basada en la inequidad a la justicia, de la competencia a la fraternidad, de las tinieblas a la luz, de la esclavitud a la libertad de los hijos de Dios; del pecado a la gracia y de lo viejo a lo nuevo”.

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