Entre el martes 29 de mayo y el viernes 1 de junio, se realizó en Santiago un Encuentro Nacional de Discernimiento, con el fin de reflexionar con los equipos de conducción pastoral de las diócesis, sobre el momento que estamos viviendo como Iglesia que peregrina en Chile hoy.
Organizado por la Conferencia Episcopal de Chile, este Encuentro Nacional de Discernimiento se realizó, por una parte, a la luz de la cita bíblica “Es necesario que Él crezca y yo disminuya” (Jn 3,30), y por otra parte, siguiendo el camino de los discípulos de Emaús, que se dividió en etapas de trabajo: En aquel mismo día; ¿Qué vienen conversando por el camino?; Les explicó las escrituras; ¡Quédate con nosotros!; Se sentaron a la mesa y partió el pan; Se les abrieron los ojos; y Volvieron a Jerusalén.
Más de 200 personas, entre obispos, vicarios pastorales, equipos de formación, secretarios pastorales y otros miembros de los equipos de gestión pastoral de las diócesis, y miembros de comisiones nacionales de la Conferencia Episcopal, se encontraron en la honestidad y fraternidad para que desde la crisis que se vive, comenzar un proceso de discernimiento y conversión pastoral que nos haga fieles al llamado que Dios está haciendo en esta época de la historia.
Dentro de un espacio eclesial fraterno se acogieron y compartieron las diversas vivencias y reflexiones tanto personales como de las iglesias locales; fue un espacio de sinodalidad en el que se comienza a dar forma a un proceso de conversión personal y pastoral.
Mientras los equipos diocesanos y de la Conferencia Episcopal se encontraban reunidos, se dio a conocer la carta del Papa al pueblo de Dios de Chile, documento que fue leído y trabajado con mucha esperanza durante la jornada.
Fuente: Prensa CECh
