Durante una eucaristía, celebrada en la parroquia San Pablo de Chiguayante y transmitida por redes sociales y Radio Chilena de Concepción, monseñor Fernando Chomali, arzobispo de la arquidiócesis, destacó laa cualidades humanas y el vasto servicio pastoral del padre José Durán, conocido y querido en la comunidad como “Padre Pepe”. Agradeció a Dios por la vocación vivida por el presbítero y llamó a que su ejemplo genere nuevas vocaciones sacerdotales en la diócesis.
Al mediodía de este domingo, se celebrará la Misa ON LINE, en el funeral del padre José Durán, fallecido, ayer sábado, tras una grave enfermedad. La Misa se transmitió por redes sociales Facebook e Instagram y por Radio Chilena, para que las personas pudieran conectarse y seguir esta celebración desde sus hogares, para respetar las medidas de aislamiento social y evitar propagación del coronavirus.
La Misa fue concelebrada por el padre Gustavo Sterkens, párroco de San Pablo, quien emocionado recordó a quien fuera su “brazo derecho”, en la enorme tarea misionera que los padres norbertinos han realizado por varios años, en la zona de Chiguayante. Dijo que “lo echaré mucho de menos”.
Posteriormente, a las 15 horas, el padre <gustavo presidió una eucaristía que fue concelebrada por el padre Pedro Gómez, vicario general de la arquidiócesis, recordando y recalcando la vida y trabajo del padre Pepe. Antes de concluir la Misa on line, hablaron Luis Durán, hermano del sacerdote fallecido y a continuación, lo hizo el alcalde de Chiguayante, José Antonio Rivas, quienes, desde su personal visión, coincidieron en la figura y cualidades humanas del padre Pepe.
El reverendo padre José Tomás Durán Meza, falleció a la edad de 63 años, quien sirvió por varios años en la parroquia San Pablo de Chiguayante, comunidad que siente su partida. El padre Durán fue un importante apoyo a la misión pastoral del actual párroco, padre Gustavo Sterkens.
El padre Durán nació el 29 de septiembre de 1957, en Isla Santa María. Ingresó al convento para su formación y fue ordenado sacerdote el 1 de noviembre de 1991, siendo su lema ministerial “Pescador de hombres”; perteneció a la congregación de los Padres Norbertinos. Vivió con mucha responsabilidad y coherencia, el lema de los norbertinos “Dispuesto a toda buena obra”.
El 23 de enero de este año ingresó a la Unidad de Cuidados Itensivos (UCI) del Hospital Clínico Regional de Concepción, con síntomas de fuertes dolores de cabeza, detectándosele un tumor cerebral, que le provocó muchas complicaciones.
El padre José fue muy querido por toda la comunidad e incluso, la Municipalidad de Chiguayante, el 26 de junio de 2015, le otorgó el reconocimiento público de Ciudadano de Mérito, por su gran servicio a los sectores más desposeídos. El año pasado, en tanto, recibió otro reconocimiento municipal, al cumplirse 52 años de la comunidad de los Padres Norbertinos en Chile.
Entre las tantas tareas pastorales, sirvió mucho a la niñez, acompañó a grupos juveniles (Jupach y Cevas) y fue capellán del colegio Instituto de Humanidades de Chiguayante, donde logró una gran sintonía con la juventud.
El padre Gustavo comentó que el padre “Pepe”, como era más conocido en Chiguayante, fue durante muchos años, su “brazo derecho”, ya que lo acompañó en la gran tarea misionera en la comuna, donde la Iglesia sirve en varias comunidades. “El padre Pepe Durán, quien me acompañó por varios años, a veces me decía que los ancianos somos algo porfiados y que tengo que cuidarme. Él me cuidó, me ayudó y me aconsejó siempre bien”, señaló.
Apenas se conoció su fallecimiento, en las redes sociales, comenzaron a manifestarse los gestos de agradecimiento y valoración del padre Pepe. “Lo recordaremos siempre por su alegría, por el impulso, gestión y ayuda a los grupos juveniles. Siempre animaba y nos decía “échenle pá adelante cabros”. Otro testimonio señala que “la comunidad chiguayantina te recordará por siempre tus Misas que eran únicas. Ahora, ya descansas en el Reino de Dios, desde ahí mándale toda la fortaleza al Padre Gustavo, que sin duda va a extrañar mucho a su compañero”. “Querido padre José fuiste un gran amigo y nuestro gran capellán del IHCH te recordaré siempre con tú gran sonrisa y ahora sé que tenemos un tremendo ángel”. “El padre José Durán, más conocido como el cura Pepe, fue más que un cura, fue un amigo, al que recordaré con mucho cariño por siempre, con su humor único que fielmente lo caracterizaba; un hombre único y que siempre tenía la palabra perfecta. Ya está descansando junto a nuestro Señor”.
