FIDESCO: voluntarios franceses visitan Chile y conocen obras sociales del Arzobispado de Concepción

Publicado el: 19 Febrero, 2021

El pasado 3 de febrero de 2021 Patrick y Brigitte Marie llegaron a la ciudad de Concepción, siendo recibidos por el padre Pablo Leiva en el aeropuerto Carriel Sur, emplazado en la comuna de Talcahuano. Posteriormente, fue el padre Pedro Gómez quien les presentó el centro penquista y a la Arquidiócesis de la Santísima Concepción.

El viaje del matrimonio francés se realiza en el marco de la acción de Fidesco, ONG católica autorizada por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia, cuyo objetivo radica en el intercambio de Voluntarios de Solidaridad Internacional, quienes ofrecen sus competencias profesionales al servicio de los proyectos de desarrollo realizados por la iglesia en los países del sur.

Brigitte Marie, de 61 años, se desempeñó como adjunto pastoral en un colegio de 2.500 alumnos por cerca de 13 años. Con anterioridad trabajó como profesora de comunicación e informática. No obstante, renunció a su cargo para viajar a Chile y concretar su misión.

Su esposo Patrick, de la misma edad, ha desarrollado su carrera laboral en el campo agrícola como director de una cooperativa. En Chile, espera cooperar brindando consejos de administración, así como también orientado a empresas nacionales con la implementación de proyectos de desarrollo y organización.

En ese marco, después de 37 años de matrimonio, 3 hijos y 4 nietos, el motivo de su viaje y participación en Fidesco se vincula con el profundo deseo de seguir activos en su matrimonio, lo que los llevó a optar por salir de su país y servir. “Hemos recibido mucho de la vida, de nuestras familias, de nuestros amigos, de nuestras profesiones, queremos dar ahora y compartir la fe que nos hace vivir”, explicaron.

Ambos fueron asignados a Chile, según lo que consideran óptimo desde Fidesco para la misión solicitada por los socios. “Se suponía que íbamos a llegar en septiembre, pero nuestra llegada se retrasó debido a la crisis sanitaria. Venir a Chile en tiempo de pandemia es un desafío. La pandemia también está en Francia y desde hace un año hemos aprendido a vivir en esta situación”, comentaron.

Si bien su llegada a Concepción fue el 3 de febrero, Patrick y Brigitte están en Chile desde el 23 de enero. “Fuimos invitados a vivir nuestra cuarentena por un plazo de 10 días en Curanilahue junto a otro matrimonio como nosotros, quien inició su misión en dicha zona”.

Actualmente residen en Casa Betania, lugar donde se sienten muy cómodos gracias a la hospitalidad de quienes trabajan en las instalaciones. Ante lo anterior, relataron: “Monseñor Fernando Chomali vino a recibirnos, estábamos felices de finalmente poder verlo de otra manera que no fuera por Zoom”.

Patrick y Brigitte tienen una misión común en la pastoral juvenil. De la misma forma, Patrick podrá brindar ayuda en dos fundaciones de la diócesis que ayudan a los más necesitados. Por otra parte, Monseñor ha confiado en Brigitte diferentes misiones en el campo educacional y pastoral. “Como estamos en medio de las vacaciones, sumado al confinamiento, ayudamos donde podemos ser útiles”, indicó el matrimonio.

En cuanto a su labor en Lavandería Industrial 21, Patrick relató que “se trata de un gran ejemplo en materia de inclusión laboral. Es mi primer contacto con una empresa chilena. Sólo he estado allí una semana, por lo que es difícil formarse una opinión. Es una empresa con un protocolo fuerte en cuanto a las normas sanitarias. El equipo me recibió muy bien, también así los clientes. Agradezco a Jessica y a Jenny por repetirme las cosas cuando no entiendo todo de inmediato”.

Durante este tiempo Brigitte ha podido colaborar como voluntario en el comedor San José. Respecto de su experiencia comentó: “Estoy bien integrada en el equipo que prepara y distribuye comidas a personas en situación de calle.  También espero conocer pronto a las personas con las que colaboraré para mi misión en el campo educacional y pastoral”.

Finalmente, al referirse a lo que esperan de esta experiencia comentario que tienen claro que su misión evolucionará, pues lo planeado antes de partir no siempre se lleva a cabo como se pensó en una primera instancia. “Queremos servir de la mejor manera posible, tendremos que ganarnos la confianza de las personas a las que vamos a ayudar y establecer relaciones para así conocer a la gente. Estamos al final de nuestra carrera y nuestro deseo es trabajar en un proyecto común en la iglesia y así ponernos al servicio de los demás”.

 

 

 

 

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