Jóvenes y adultos son confirmados en parroquia de Penco

Publicado el: 31 Octubre, 2019

Con gran solemnidad, se celebró en la parroquia Nuestra Señor del Carmen de Penco, el sacramento de la Confirmación que recibieron 18 jóvenes y adultos, debidamente catequizados. La acción fue presidida por monseñor Fernando Chomali y concelebrada por sacerdotes de la parroquia.

Con la presencia de padres, familiares y padrinos, se vivió la alegría de este sacramento, oportunidad en que Monseñor Chomali manifestó, en su homilía, que “tal vez más de alguno de quienes están acá, ha ido a una marcha pacífica, haciéndose preguntas acerca de nuestra sociedad, de por qué hemos llegado en lo que estamos”.

Se refirió a la preocupante situación de ancianos abandonados, de personas que han trabajo toda la vida y terminan con menos recursos de cuando eran jóvenes o  por qué hay personas que tienen tantas dificultades para hacerse una cirugía; o por qué hay tantos jóvenes que no tienen acceso a la educación y al trabajo. “La verdad es que se pueden hacer muchas lecturas al respecto y hemos visto en los medios de comunicación que cada uno da su opinión sobre los problemas políticos, económicos y sociales y nosotros hacemos una lectura  teológica para ver la realidad”, puntualizó.

Citando un texto bíblico que menciona el cambio de corazón de piedra por un corazón de carne, Monseñor comentó lo que se está viviendo en el país. “Estamos viviendo situaciones tan tristes e injusticias, porque tenemos un corazón endurecido. ¿Qué hace un corazón endurecido? Piensa en sí mismo  y no piensa en los demás; el corazón endurecido genera lo que el Papa Francisco llama “la globalización de la indiferencia”; el corazón endurecido no le importa lo que le pasa al otro. ¿Quién cambia ese corazón endurecido  por un corazón de carne? El espíritu del Señor. Como indica el Salmo, Señor envía tu espíritu y renueva nuestro corazón  y con ello, se renovará nuestra mentalidad”, afirmó.

Recalcó su posición de que en Chile “estamos viviendo no un problema político, sino un problema humano. Por eso, tenemos grandes esperanzas en los jóvenes y los adultos, que han decidido venir acá, preparados, para que el Señor les cambie su corazón  y puedan vivir según su mandamiento, según el mandamiento del amor, que es amar a Dios por sobre todas las cosas y amar al prójimo sobre uno mismo”.

Hizo notar que “los dones del Espíritu Santo que ustedes reciben – don de sabiduría,  de inteligencia, ciencia,  prudencia, amor de Dios, don de la alegría y del discernimiento – los capacita para tomar buenas decisiones, porque todo lo que estamos viendo, hoy, son malas decisiones  que han tomado hombres y mujeres concretos y es muy importante tenerlo claro y espero que ustedes tomen decisiones  con la inteligencia y sabiduría de Dios, para que transformándose uno mismo,  puedan transformar el mundo. Lo que vemos hoy, en esta parroquia, nos da una tremenda esperanza. Podemos afirmar que en Penco estamos cultivando la esperanza, aunque haya tristeza, porque en medio de nosotros está Dios, que nos dice que no te encierres en tu casa, sino que te preguntes que puedo hacer para tener un mundo mejor”.

 

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