La comunidad de San Alberto Hurtado de Hualqui siempre ha sido unida y desde que comenzó la pandemia han buscado distintas formas para mantenerse conectada y así apoyar a quienes más lo necesitan, a pesar del distanciamiento social. Así, con el pasar de estos meses se han organizado para estar presentes en las festividades que se han celebrado como el día de la mamá, el papá y del niño, entregándoles pequeños detalles llenos de preocupación por esta comunidad.
La iniciativa de la Olla Común “Los Patroncitos del Padre Hurtado”, partió en agosto celebrando el mes de la Solidaridad y el aniversario de la Capilla que cumplió 31 años al servicio de la comunidad. Funcionan los domingos, beneficiando a 55 personas cada semana, principalmente adultos mayores que viven solos o tienen enfermedades terminales, hermanos migrantes y familias sin trabajo de la comunidad parroquial y de distintos sectores de Hualqui.
Ariel Durán, trabajador social y coordinador de la Capilla San Alberto Hurtado cuenta “La idea es que los menús sean platos ricos, para que, en este tiempo de tanto dolor, tantas penas, ellos puedan degustar algo rico. Formamos un equipo de delivery con el que podemos entregar los almuerzos que consisten en plato de fondo, pan, ensalada, postre”.
Los menús son preparados por grupos de cocineras que van rotando cada jornada y se han gestionado en parte por los aportes de la Campaña Alimentemos a Jesús, lo que permitió seguir con esta iniciativa por el mes de septiembre. Sin embargo, son aportes de dinero y donaciones de familias Hualquinas y pymes de la comuna las que han sustentado a los “Patroncitos del Padre Hurtado”.
El equipo de coordinación de la Capilla, formado por Ariel Durán, Virginia Parra y Carolina Santibañez, además gestionó una panadería y pastelería donde cocinaron picarones para los hermanos de la comunidad, los que fueron entregados por el párroco Bismarck Valle Palacios. De la misma manera, esta semana planean entregar pan con chicharrones para los fieles.
