María Ester Roblero: “Cristo pasa mucho más seguido de lo que uno piensa al lado de uno”

Publicado el: 3 Agosto, 2011

Una mujer llena de alegrías en la vida, con mucho que hacer siempre, nos regala parte de su tiempo y con ello parte de su corazón. María Ester Roblero, periodista y cientista política, trabajó por años en Canal 13 y ahí decide hacer de su vida un anuncio permanente de Cristo. Ester nos cuenta de su vida y el paso de Cristo por su vida profesional.

¿Tú fe nace desde la cuna familiar? ¿Cómo es tu vida familiar?

Nací en una familia católica. La fe estaba presente como el aire, el agua, era algo implícito en nuestra vida. No teníamos ritos comunes como bendecir la mesa ni rezar el rosario juntos, pero si la misa del domingo íbamos en familia y a mi papá le gustaba que fuéramos bien vestidos. Vivimos un par de años en Estados Unidos. Yo tenía 4 años, era el año 68, plena revolución de las flores. Pero me acuerdo que iba a misa de la mano de mi papá en Nueva York, porque se turnaba con mi mamá y ella se quedaba cuidando a mis hermanos más chicos. Y mi papá me compró una carterita blanca y guantes para ir a misa. Luego, en el colegio -estudié en las Monjas Argentinas- me sentí muy cerca de lo religioso y de hecho pedí hacer la Primera Comunión un años antes de lo que me correspondía.

Bueno, en mi casa hubo siempre mucho contacto con sacerdotes porque es una familia muy ignaciana. De hecho, tengo un hermano sacerdote jesuita y un primo también jesuita. En el presente somos unos familia católica extendida, y la familia que yo formé, con mi marido y mis cinco hijos, también somos católicos. Mis hijos participan en misiones, trabajos de invierno y hablamos mucho de nuestras creencias.

¿Es difícil llevar la fe al pertenecer al mundo mediático, la Tv?

No, para nada. La primera vez que trabajé en TV, en el programa Acoso Textual,  al principio les llamaba mucho la atención, y las entrevistas se centraban en ese tema. Pero muy pronto eso dejó de ser tema porque todos vieron que era super abierto y ultra natural en mi, asi que pasaron a ser más interesantes otros temas de mi vida: por ejemplo, los 5 hijos, la conciliación familia-trabajo, la capacidad de sobreponerse a los problemas. Quizás lo que más cuesta al comienzo es destruir el estereotipo y luego ser consecuente y demostrar amor al prójimo, saber ponerse en el punto de vista de los otros y exponer el propio, en resumen, llevar a Cristo al trabajo con sus buena nueva que es siempre alegre y llena de esperanza.

¿Cómo manifiesta su fe en el trabajo diario?

Primero que nada, ofreciéndolo como mi servicio a Dios. Eso me da fuerzas porque a veces uno se cansa y le cuesta recomenzar cada día. Sobre todo en épocas complejas donde uno ve que pese a todos los esfuerzos que ponga, las cosas no salen. Y otras veces, no solo no salen sino fracasan. Entonces ahí opera la fe, porque uno pone en Dios su confianza y sabe que El sabe más y que los ritmos suyos suelen ser distintos a los humanos. En definitiva, la fe te ayuda a mirar las cosas de otro modo.

Frente a la situación actual de nuestra iglesia, referente a los abusos cometidos por algunos sacerdotes. Desde tu visión como periodista ¿Cuál es el llamado que haces a cada integrante de la Iglesia?

Primero, a leer con detención todo lo que ha señalado el Papa Bendicto XVI: eso nos hace actuar unidos, sin falsos dogmatismos, sin miedo y entendiendo que lo que el Papa ha pedido es trasparencia, reparación, oración y mucho sentido sobrenatural para reparar y recomenzar. Pero después, le pediría sobre todo a quienes pueden actuar dentro de la Iglesia que estudien mucho lo que ha pasado en otros países. Una amiga periodista norteamericana me decía que en Chile podemos predecir el futuro, porque esto que estamos sufriendo nosotros ya lo han sufrido otras comunidades de otros países. De ahí que es importante leer mucho, adelantarse y comunicar muy bien a todos.

¿Cómo has visto a Cristo presente a lo largo de tu vida?

Hay un libro de San Josemaría Escriva cuyo título responde muy bien a esa pregunta "Es Cristo que pasa" Cristo pasa mucho más seguido de lo que uno piensa al lado de uno, a través de muchas personas. Y yo eso, mirado ahora desde la mitad de la vida, veo que es así. Cristo está presente en muchos momentos y circunstancias, al lado de uno. La verdad yo aspiro, como muchos creyentes, a ver la sonrisa de Cristo algún día dirigida a mí, pero en la vida diaria pienso que si yo pudiera verlo a mi lado, tal vez hay pequeñas sonrisas que ya podría estar dándome aún cuando otros te estén ladrando al lado.

Hoy con todo lo que vemos en televisión, discusión sobre el aborto, unión homosexual, educación, conflictos políticos, ¿Puedes gritar con fuerza que eres católica y amas a Cristo?

Es que en todas las épocas hay circunstancias históricas complejas. Pero ese no es el tema de fondo: el tema de fondo es si Dios existe, si Cristo fue el Hijo de Dios y se tomó la molestia de darse una vuelta por estos lados y morir en la cruz, lo esencial es el amor a Dios y al prójimo. Los otros temas se desprenden de este punto central. Entonces, con mayor razón en tiempos de crisis hay que aferrarse al mensaje esencial porque yo no me considero una activista ideológica, me considero una mujer que acompaña a Cristo en sus andanzas anunciando el Reino. Así que con mayor razón hay que levantar la voz, nosotros no estamos sólo para cuidar un orden social sino para ir más allá aún, a las razones de fondo, a las razones de Dios sobre el amor al prójimo.

© Arzobispado de Concepción