Masiva presencia de voluntarios en Seminario “Iglesia, Ciencia y Práctica”, organizado por la Pastoral de la salud de Concepción

Publicado el: 20 Octubre, 2011

Con la asistencia de 270 agentes de la pastoral de la salud de los 7 decanatos de la arquidiócesis de la Santísima Concepción, la pastoral de la salud organizó el seminario “Iglesia, Ciencia y Práctica” que se llevó a cabo el martes 18 de octubre en casa de formación Betania.

La oración inicial estuvo a cargo de la hermana Christine Rugusha, luego de lo cual el presbítero José Cartes, coordinador de este departamento, hizo la introducción a la jornada.

 

Acto seguido intervino Monseñor Fernando Chomali, a quien le correspondió entregar el primer tema. El Pastor abordó el carácter insustituible de la misión de la pastoral de la salud. “Hoy día el mundo tiene mucha técnica pero le falta misericordia. En ese sentido animé a los agentes pastorales a que sean perseverantes porque las personas enfermas lo que más necesitan es amor y ellos tienen la vocación de entregar amor en nombre de Jesucristo. También les dije que estamos en una cultura tremendamente secularizada, donde el valor de las personas radica en lo que hacen y no en lo que son, y la apuesta cristiana es hacer ver que ellas valen por lo que son, lo cual es un testimonio muy potente de una Iglesia Misericordiosa”. Al concluir, el expositor se comprometió a compartir temas relacionados con bioética el próximo año.

 

Luego de un café intervino el médico oncólogo Fernando Chuecas, habitual colaborador en este tipo de encuentros, con el tema “Cuidados Paliativos”. Al ser consultado respecto de la temática entregada, el doctor indicó que “los cuidados paliativos son aquellos que se otorgan a quienes tienen enfermedades incurables, generalmente un cáncer, pero también neurológicas o de las articulaciones que tienen mucho dolor u otros síntomas. Estos cuidados se entregan no necesariamente para mejorar al paciente ya que muchos de ellos no se recuperan porque la enfermedad es incurable. Definimos que era muy importante saber que los cuidados paliativos los podemos hacer todas las personas y no sólo los profesionales de la salud, sino cualquiera que pueda atender a los enfermos especialmente en sus casas. Este es el caso de  los agentes pastorales de la salud, que además del apoyo físico ayudan en lo espiritual con la cercanía, una voz de aliento, testimoniando que en el sufrimiento se puede tener una vida plena, que no depende solamente de una buena salud sino también de una actitud frente a la enfermedad”.

Después del almuerzo, en lo que fue la jornada de la tarde, Monseñor Ossandón acompañó a los agentes de esta pastoral. El obispo también destacó el sentido de esta labor, señalando que “es un tema tremendamente importante porque el voluntario de la pastoral de salud es en definitiva la persona de Cristo que asiste y acompaña al enfermo en un momento trascendental para su vida. En la enfermedad y eventual muerte es importante contar con alguien que responda preguntas esenciales como por qué vivo, por qué el sufrimiento, cómo lo enfrento y lo sostengo, cuál es el sentido de la muerte. Por supuesto, a todas estas interrogantes Jesús responde diciendo ‘Yo soy l camino, la verdad y la vida’”.

Los participantes evaluaron muy positivamente el seminario, observando que se sienten valorados y parte importante de la Iglesia de Concepción. Antes de concluir la actividad, Monseñor Ossandón hizo el envío a los agentes pastorales y bendijo el documento “Discípulos Misioneros en el Mundo de la Salud, guía para la Pastoral de Salud de América Latina y el Caribe”, subsidio propuesto por el CELAM y que en esta ocasión se entregó a cada uno de los asistentes.

Fuente: Comunicaciones, Área de Pastoral Social – Caritas, Concepción.

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