Misiones de Invierno en Ñipas

Publicado el: 27 Julio, 2011

Los distintos sectores de la localidad de Ñipas, perteneciente a la parroquia Dulce Nombre de María, fueron el destino de los 80 jóvenes misioneros del Instituto de Humanidades ‘Alfredo Silva Santiago’ de Concepción, quienes acompañados de profesores, apoderados y asesores espirituales dieron vida a la Misión de Invierno.

Los misioneros se distribuyeron en los sectores Centro, Uvas Blancas, Lomas Coloradas, Galponcillo Barco, Paso Hondo, Pueblo Viejo, Manzanal y Carrizales, donde establecieron pequeñas comunidades de 10 personas aproximadamente.

El día de llegada fue el domingo 17, comenzando con una Eucaristía para luego distribuirse en lo distintos lugares. Una vez allí, lo primero fue presentarse con la encargada de la respectiva comunidad eclesial de base, a quien se informó de las actividades destinadas a niños, jóvenes y adultos, planificadas durante el primer semestre de este año.

El despertar de cada día era a las 06:30, continuando con la oración de la mañana, el desayuno y posterior trabajo para fortalecer la comunidad de misioneros con dinámicas y lectura del Evangelio, a fin de preparar la visita a las casas que se realizaba entre 14:30 y 18:00 horas. Las tardes eran momentos especiales dedicados a compartir con la gente, e invitarles a acudir al sitio de reunión para participar de talleres y juegos, rezo del santo rosario y Eucaristías. Para celebrar junto a la mesa del Señor, uno de los días se contó con la visita especial del Obispo Auxiliar Monseñor Pedro Ossandón, además de la compañía permanente de los asesores espirituales presbíteros Claudio Placencia y Francisco Briones.

Camila Belén Fritz Urrutia es alumna de tercer año medio, integrante de la Juventud Institutana en Cristo (JIX) y jefe de comunidad en el sector Centro. Ha participado en las últimas cuatro misiones en Ñipas, dos durante el invierno y dos en el verano. Consultada sobre su motivación para dedicar parte de sus vacaciones al trabajo de misión, cuenta que “es difícil explicar el por qué, pero es algo gratificante, que no se vive todos los días y llena como persona. Prefiero mil veces compartir con gente que lo necesita a utilizar las vacaciones en cosas que puedo hacer en mi diario vivir. Estas experiencias son únicas e irrepetibles, que dejan una sensación especial en cada uno de los misioneros, algo que no se puede explicar. La acogida de la gente es increíble, su confianza para contar sus historias sin conocernos, y abrir las puertas de sus hogares”.

La misión de invierno concluyó el sábado 23 de julio. El jueves 21 los misioneros de cada sector recibieron la visita de Marcelo Filippi, rector del Instituto, junto al administrador Manuel García.

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