Junto con desear una Feliz Navidad, Monseñor Fernando Chomali, Arzobispo de Concepción, quien presidió la eucaristía de Nochebuena, llamó a los católicos a actuar con mayor profundidad en la fe y en una mayor actitud de servicio.
Siendo las 22 horas de este sábado 24 de diciembre, la catedral acogió a numerosas personas, muchas de ellas familias, que sintieron el deseo de esperar la Navidad participando de la celebración eucarística. “Es legítimo preguntarse por qué después de 2000 años, hoy, en todo el mundo, 1.100 millones de católicos celebran esta solemnidad del nacimiento de Nuestro Señor. Es legítimo preguntarse por qué 5.000 obispos en todas partes del mundo y 420 mil sacerdotes celebran igual que nosotros esta santa misa, en la cual, decimos que nació el Salvador”, planteó monseñor.
Luego, profundizó diciendo que “la razón es una muy simple. Este es, lejos, el evento más importante que ha acontecido en la historia, en el cual afirmamos algo que para la razón humana es impensable, algo que el genio humano jamás hubiese podido imaginarse y que nosotros conocemos por fe, que es un modo excelente de conocer, afirmamos que Dios, el omnipotente, el omnisciente, el todopoderoso, el eterno, el infinito, se hace hombre y habita en medio de nosotros”.
Monseñor expresó que “esta es la culminación del amor que tiene el hombre con Dios. Él se encarna y, como seres humanos, tenemos un nuevo modo de comprender todo cuanto existe, en cuanto que Él ha tocado todo lo humano y le ha dado una dimensión divina. Es un hecho trascendente”.
Sostuvo que “no estamos solos, no somos un conjunto de átomos repartidos en el universo, que no es indiferente de que si estamos o no estamos. Dios está con nosotros y nos acompaña en nuestro caminar (…) El mal, la desesperanza no es la última palabra, sino el bien, la esperanza y la vida. Jesús se nos presenta como la luz que ilumina las tinieblas; se nos presenta como el camino, la verdad y la vida y como Aquel que nos trae la gracia de Dios”.
También se refirió a que el nacimiento de Jesús impacta a la humanidad. “La historia humana adquiere una nueva profundidad” y resaltó el encuentro de los reyes magos con Jesús, quienes le regalan lo mejor de sí, y se postran ante Él, porque lo reconocen como el Señor. “Nosotros, reconociendo que Cristo es el Salvador, hemos de entregar lo mejor de nosotros mismos para Él y hemos de centrar nuestra vida en la oración y el servicio a los demás. No tenemos espacios para ser superficiales, sino para amar a Dios. Las cosas verdaderamente importantes acontecen en la humildad, en el silencio, en la pobreza”, afirmó.
Finalmente, Monseñor Chomali expresó: “Que esta Navidad nos ayude a ser más profundos, a darnos cuenta que estamos llamados a servir, a darnos cuenta que hay muchos sufrientes que necesitan de nuestra compañía. Estamos llamados a llevar una Navidad nueva, es decir, un acontecimiento nuevo a aquellos que viven las tinieblas y el error. Esto nos impulsa a la misión de que mientras el mundo anda buscando un desenfrenado consumismo y poder, nosotros lo hemos encontrado en Jesús que colma nuestro deseo de trascendencia”.
