Su preocupación manifestó Monseñor Fernando Chomali, por los graves incidentes registrados en Dichato, donde pobladores damnificados por el terremoto del 27 de febrero de 2010, que demandan pronta solución a sus actuales condiciones, se enfrentaron con fuerzas de Carabineros. El pastor hizo un ferviente llamado a la calma y a restablecer el diálogo.
“Yo he tenido la oportunidad de visitar a las personas que han sido dañadas por el terremoto y lo que acontece en Dichato es un grito y un clamor de desesperación, de angustia, de impotencia, de dolor, de rabia, de no sentirse suficientemente escuchados. Yo planteo que las soluciones se realizan en un diálogo fecundo con la comunidad, escuchándose, y en ese sentido, mi llamado es a la calma”, expresó.
Monseñor Chomali se mostró dispuesto a colaborar como representante de la Iglesia, en esta zona, para buscar caminos de salida al conflicto. “Si yo puedo colaborar en algo, por cierto, tengo las oficinas abiertas del Arzobispado. El párroco de esa zona ha estado muy cerca de ellos y lo que tengo muy claro es que la situación que está viviendo es absolutamente inhumana y tenemos que hacer todo lo posible, todos, para que eso se revierta. Pienso que las manifestaciones del pueblo de Dichato hay que entenderlas como un clamor desesperado de que así no se puede seguir viviendo. Invito a la calma y a un diálogo fecundo y constructivo y creo que eso es posible”, subrayó.
