P. Enrique Moreno encontró a Dios en los pobres

Publicado el: 2 Marzo, 2018

Innumerables muestras de aprecio y reconocimiento se han expresado tras el sorpresivo fallecimiento del padre Enrique Moreno Laval ss.cc. (76), acaecido el 25 de febrero, en Quito, Ecuador.

En Concepción, tras su fallecimiento, se celebraron Misas en la Parroquia Del Sagrario, con presencia de periodistas; en el Colegio de los Sagrados Corazones, en Hualpén y en la Parroquia Universitaria. Sus funerales se realizaron este viernes 2 de marzo, en Santiago.

La celebración eucarística, en la Parroquia Universitaria de Concepción, el jueves 1 de marzo, en memoria del P. Enrique, fue presidida por Fernando Chomali, y concelebrada por monseñor Pedro Ossandón, Obispo Auxiliar de Santiago y varios sacerdotes.

En la Misa, estuvieron presentes laicos de la P. Universitaria y de la Vicaría de Pastoral Social, además de integrantes de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, quienes mantuvieron una gran cercanía con el P. Enrique.

En su homilía, Monseñor Chomali destacó que “el padre Enrique fue un hombre profundamente espiritual, que buscaba sinceramente a Dios y encontró a Dios en el servicio a los más pobres y sufrientes. De hecho, me tocó conocerlo en los años 90, junto a monseñor Ossandón, en La Granja, nosotros estábamos en la población San Gregorio y el P. Enrique había sido nombrado provincial de los Sagrados Corazones e iba mucho a la parroquia San Pedro y San Pablo”.

Destacó que el P. Enrique fue un sacerdote que siempre estuvo acompañando a las personas que más sufrían, “fue un hombre entregado a Dios, con gran sentido de justicia y, seguramente, en un tiempo más, saldrá alguna publicación recordando todo cuanto él hizo. Fue una persona que tuvo muchas responsabilidades en la Iglesia y en lo que yo pude conocerlo, fue austero, en el correcto sentido de la palabra, no hacía alarde, no era histriónico, hacía las cosas según el cumplimiento del deber de su vocación que encontró en la comunidad de los Sagrados Corazones, comunidad a la que le debemos mucho; han pasado muchos sacerdotes por la arquidiócesis y siguen colaborando”.

Testimonios

María Eliana Vega, presidenta del Colegio de Periodistas, en la región del Bío Bío, afirmó que “Enrique era sacerdote y periodista, vocaciones que marcaron su vida, y que nunca separó. Enrique era un hombre de fe, fiel al Evangelio, comprometido con su prójimo, con los más desvalidos de la sociedad, consecuente con sus creencias religiosas. Para Enrique el periodismo nunca fue una vocación aparte, sino, como él mismo lo dijo, un complemento útil de una misma vocación”.

El P. Jaime Moreno ss.cc. recordó que “Enrique realizó una labor extraordinaria en las comunidades en Talcahuano y mucha gente que lo conoció se acercó a él; tenía una gran capacidad de escuchar, daba muy buenos consejos; era un hombre muy cercano”.

El P. Nelson Rivera ss.cc. dijo que “le teníamos un cariño enorme a Enrique y, en esta celebración, recordemos al ´negro´(así le decíamos en la Congregación), va estar presente en medio de nuestro. No perdamos nunca lo que fue el afán de su vida: anunciar a Jesucristo. Pongamos nuestra vida en las manos de Dios como homenaje al P. Enrique”.

Nelson Méndez, quien trabajó en Comunicaciones con el P. Enrique, manifestó que “fue un sacerdote excepcional y practicaba con el ejemplo, un amigo, un sacerdote amigo; lo recuerdo como una persona muy íntegra y le debo, porque aprendí mucho él y en la vida me han servido sus consejos; lejos fue una persona solidaria, porque hacía el bien sin decirlo y ayudó a mucha gente. Tuvo una enorme cantidad de ahijados es sorprendente fue un ejemplo de vida”.

Ester Hernández, secretaria de Comunicaciones, lo recordó como “un hombre consecuente total con el Evangelio, coherente  en sus acciones y espíritu; una persona muy comprometida con los que más sufren y fue un gran defensor de los derechos humanos de las personas. Para mí fue un jefe ejemplar, de un trato extraordinario”.

 

GALERÍA DE FOTOS
© Arzobispado de Concepción