El presbítero Raúl Castillo Ramírez, párroco de la parroquia La Purísima de Lirquén, en la Eucaristía del 13 de mayo, hizo un reconocimiento a todos los catequistas, en especial a quienes sirven en su comunidad.
El P. Raúl manifestó que los catequistas son educadores de la fe, reconociendo que no es una tarea fácil y que su misión es muy hermosa, porque están ayudando a niños, jóvenes y adultos a educarse cristianamente, a crecer espiritualmente en la espera de un sacramento que tendrá que transformar sus vidas.
Agregó que un catequista no es un profesor, sino un orientador de la fe y testigo de Jesús resucitado y debe actuar coherentemente en su vida.
Destacó la labor fiel y generosa de los catequistas de la Purísima de Lirquén, el tiempo que le dedican a la preparación y realización de los encuentros, al mismo tiempo, pidió a la comunidad orar continua y permanentemente por ellos, para que se sientan acompañados y fortalecidos en la hermosa y delicada misión al servicio de la comunidad.