Parroquia de Arauco creó Comedor Solidario

Publicado el: 24 Enero, 2019
  • “En realidad, los dos mandamientos, amor a Dios y al prójimo, no son dos, sino uno: amar a Dios en el prójimo”. (San. Alberto Hurtado)

Una muy hermosa iniciativa desarrolla la comunidad de la parroquia San José de Arauco, al promover la creación de un comedor solidario, que da cabida y acogida a numerosas personas en situación de calle.

El padre José Luis Roldán, párroco de Arauco, nos dio a conocer la génesis de esta magnífica obra social de la Iglesia, en esa zona.

Ante la necesidad de dar respuesta a una idea que se conversaba en consejo pastoral: ‘Se Bota mucha comida en las casas, en las cocinerías, en establecimientos escolares, etcétera’ ¿Por qué no pensar como darle mejor uso a esto? Se habló de hacer algo, pero ¿Qué y cómo?

La respuesta fue llegando lentamente, casi a diario dos o tres indigentes llegaban a pedir algo para comer o para llevar y poder prepararse… algunos agentes pastorales comenzaron a traer sus comidas congeladas y a servírselas en la parroquia … hasta que en un consejo parroquial discernimos, con una mirada real de los acontecimientos, y se concluyó en “Debemos hacer algo más, El Señor nos está pidiendo algo más” y así partió…

Hoy está organizado por equipos de servicios: Carismáticos, pastoral de salud, catequistas, grupos de oración, etcétera formando de a tres personas cada día, todo coordinado por la pastoral social parroquial …lo frecuentan entre 15 y 25 personas diariamente, hermanos ‘difíciles’ con serios problemas de alcohol, drogas, larga indigencia, no siempre tan fácil de acompañar…pero estos son los preferidos del Señor, es más es El Señor mismo que está en ellos.

El padre José siempre se dirige a ellos, (parafraseando a nuestro Santo P. Hurtado) como ‘Patroncitos’ y así le dice toda la comunidad y este nombre se ha popularizado en el lenguaje parroquial, ya todos saben de qué se trata; son mayormente hombres de todas las edades, ex presos que no trabajan por que no entran al sistema laboral, también algunas familias, mujeres cartoneras, e indigentes. Varios vienen de otras comunas cercanas, otros de las caletas, y la gran mayoría duerme en la calle.

Dificultades

El P. José Luis relata que estos desafíos a veces son difíciles. “El financiamiento no ha sido fácil, pero tampoco imposible”. El empeño y el ánimo jamás han decaído y surgen iniciativas maravillosas.

“La canasta solidaria en las diferentes comunidades, los aportes en pesos que nos llega, alimentos tales como carnes y verduras donadas cada día, aportes de los grupos (especialmente del taller de pan), que sostiene estas obras y que ya adquirió varios enseres, y un refrigerador grande para este fin, y el gran aporte es la confianza en la Providencia de Dios…”

Lo fundamental para el padre José Luis es sentirse comprometido y alegre en el servicio a los más desposeídos y la experiencia que se vive, en su parroquia, es un botón de muestra. “Nos alegra y entusiasma siempre poder servir. No es sólo ayudar al hermano, esta tarea nos ayuda también a nosotros como comunidad parroquial.  Si miramos nuestra provincia y nuestras parroquias, en Lebu tenemos un hogar para ancianos, un comedor de personas necesitadas, también llamado “Los Patroncitos”; en Curanilahue, un comedor abierto los días sábados que atiende a muchas personas de calle y cesantes, Hospedería, y centro de ayuda a personas víctima de drogas; en Cañete, un comedor diario de adultos mayores e indigentes; en Los Álamos, comedor y hospedería…”

Nos hemos propuesto ser una comunidad parroquial orante, fraterna, y un marco de referencia que no queremos que se quede en los papeles o en las ideas

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