Un grupo de 25 profesores de enseñanza básica de escuelas municipales de Cañete, la mayoría con autorización para impartir clases de religión católica, recibieron muy contentos el diploma que les acredita haber aprobado con éxito el curso “La Celebración Litúrgica en la Clase de Religión”, dictado por el profesor Hernán Heredia Rivas.
Las clases se impartieron todos los sábados desde el 20 de octubre al 3 de diciembre, entre 09:00 y 16:30 horas en dependencias del Instituto ‘San José’ de la misma comuna. Haciendo un poco de historia, el primer curso se dictó en 1997, luego hubo otro el año 2003 y en esta ocasión es segundo año consecutivo que la Vicaría para la Educación concurre hasta Cañete para entregar formación. Además, se reconoció la preocupación del padre Ricardo Oliva durante su estadía en esa comuna, y el acompañamiento que actualmente les brinda el párroco padre Juan Zúñiga.
Según indicó Adriana Fernández Álvarez, secretaria ejecutiva de la Vicaría, “la organización de los alumnos es lo que hace posible que hagamos el curso allá. La disposición siempre está y los profesores que imparten el perfeccionamiento pueden viajar a lugares alejados, pero la Vicaría depende de la organización que tengan quienes desean ser formados. En el caso de Cañete este elemento constituye una gran ventaja, así como el apoyo del párroco y la tarea de la profesora que cumple las laboras voluntarias de coordinadora de sus pares. Esto ha hecho posible que los dos últimos años se hayan hecho cursos, con horizonte en un tercero para el 2012, que sería el de aplicaciones plásticas en la clase de religión”.
La certificación del curso se efectuó el viernes 16 de diciembre. En primer lugar se celebró la Eucaristía presidida por el Vicario para la Educación padre Francisco Osorio, luego hubo una once y finalmente se entregaron los diplomas a los profesores, quienes compartieron su testimonio y regalaron un obsequio al docente que les hizo las clases, en un clima de mucha alegría.
María Soledad Ávila, quien se desempeña en la escuela rural de Lloncao, e imparte clases de religión de primer a octavo año básico, señaló que “el curso fue bueno, es una capacitación que no teníamos y debíamos hacer, que nos ayuda a renovarnos cada año y eso es importante ya que no es un tema fácil, y un maestro debe estar siempre al corriente de las necesidades de los niños. Lo que más destacaría es la metodología de trabajo que nos entregó el profesor en cuanto a cómo traspasar este conocimiento a los alumnos, y por supuesto el grupo humano con el que llevamos años trabajando y somos muy unidos”.
Fuente: Comunicaciones, Vicaría para la Educación Concepción
