La Vicaría Episcopal para la Educación organizó el segundo retiro del año para profesores de religión, en Casa de Formación Betania, jornada en que predicó el asesor pastoral, presbítero Mauricio Aguayo.
El padre Mauricio profundizó en el sentido del retiro, señalando que “hemos querido reflexionar, poner dentro de nuestra experiencia de fe, un momento de iluminación, que la vida del cristiano, que pasa por debilidades y por la llamada permanente de Jesús que nos renueva, se encuentra siempre desafiada a seguir adelante. En ello, contamos con la ayuda de la Virgen, a quien siempre podemos recurrir en esa fidelidad que no depende de nosotros sino del amor que Dios nos tiene mientras queramos tomarnos de la mano de Él”.
La profesora Lucía Meléndez Araneda, del Colegio Timonel de Coronel, manifestó que “es bastante inspirador saber que uno también es Pedro, porque muchas veces en nuestro testimonio personal negamos a Dios. Sin embargo, en la reflexión, uno se da cuenta que es posible revertir esa situación gracias al amor hacia Dios, y tener en cuenta que refrescar nuestra vocación de profesores de religión es necesario, con la ayuda de la Santísima Virgen”.
Durante el retiro se meditó en torno al servicio educativo de los profesores y las dificultades en el plano de la coherencia de fe, dejándose llevar por la persona de Pedro que, siendo el apóstol más cercano a Jesús, experimentó en su propia vida lo que significa seguirle, las dificultades y debilidades que se encuentran y cómo Dios ayuda en eso.
El anterior encuentro se realizó durante el primer semestre de este año, en Curanilahue, y estuvo dirigido a los docentes del Decanato Arauco.
