En Concepción, se desarrolló una nueva edición de las “jornadas chestertonianas”, con la ponencia de “G.K. Chesterton: Las parábolas del padre Brown”, una charla que abordó el pensamiento del recordado escritor, pensador, periodista y ensayista inglés Gilbert K. Chesterton.
Chesterton, a través de su más recordado personaje, el padre Brown, un peculiar religioso, que protagonizó una serie de relatos policíacos, que pasaron del formato libro con cinco volúmenes publicados, a una serie de televisión, producida por la BBC.
La conferencia fue presentada por el padre Ian Boyd, presidente del «G.K. Chesterton Institute for Faith & Culture» de los Estados Unidos; el Dr. Dermot Quinn, profesor de historia de Seton Hall University, y Gloria Garafulich-Grabots, directora ejecutiva del Instituto.
Gloria Garafulich-Grabots, del Instituto G.K. Chesterton, y parte del equipo dijo que es la décima jornada Chestertoniana del Instituto en Chile
En parte, los expertos se refirieron a la labor, el rol de Chesterton como escritor converso a la Iglesia Católica, su forma de escribir y el recurso del humor, en su obra y, además, de recomendaciones para leer a Chesterton, precisando que el candor del Padre Brown, obra clave para comprender el pensamiento de un autor que sin nombrar el cristianismo, habla de la de fe y de Dios, «camufladamente».
Por su lado, Gloria Garafulich-Grabots dijo que “estamos en Concepción gracias a la invitación de Monseñor Chomali, a través del padre Claudio Soto y que responde a un plan que tenemos desde hace bastante tiempo de dar a conocer la obra de este escritor”.
Explicó que a partir de 2005 se impulsa la iniciativa y el esfuerzo de mostrar a Chesterton y su obra, en el mundo hispano parlante. “El instituto existe desde el año 1974 y hasta en entonces, no se había hecho nada para llevar a Chesterton al mundo hispano. En Argentina la obra fue traducida y la gente leía. Pero no se había hecho ningún tipo de conferencia, entonces, a partir de 2005 se comienza a trabajar en el mundo latino. Fue en Argentina, precisamente, donde se dicta una conferencia que fue patrocinada por el entonces cardenal Bergoglio (hoy Papa Francisco), quien nos apoyó, además, en la segunda conferencia, en el año 2006”.
El desafío posterior fue promover a Chesterton en Chile y el 2006 se hizo el esfuerzo y no sólo se hizo en Chile, sino además, en otros países. “La verdad es que se ha producido un reinterés en todo el mundo hispano. Por ejemplo, en España, Colombia, Perú y otros lugares, para que la gente sepa más del pensamiento y relevancia de su pensamiento”, añadió Gloria.
Explicó que “es importante destacar que no solo los católicos leen a Chesterton, sino mucha gente que es protestante, judíos, budistas, y musulmanes. Nosotros vemos el interés que la gente tiene, debido al sitio web. Hay gente que lo lee, gente que compra nuestra revista en Vietnam, Arabia Saudita, en varias partes del mundo. El no es una persona solo para el católico y, segundo, él tiene esa alegría de vivir, alegría que se la da el catolicismo. Incluso, en algún momento, Kafka lee a Chesterton. No sé qué tiene este señor, pero por medio de su alegría y cómo lo comunica, lo hace muy atractivo a la gente”.
Recalcó que el mensaje de Chesterton actual. “Sus escritos son bastante proféticos. En ese sentido, él tiene una cualidad profética, ya que en su tiempo escribió sobre las cosas que él pensaba que podían pasar. Esa cualidad hace que nosotros, en el mundo de hoy, estamos viviendo lo que él escribió como una profecía, También nos decía que en su tiempo pensaba que la cultura consumista hacía mucho más daño a la cultura tradicional de un pueblo, que podía ser una cultura marxista. Decía que la próxima crisis fuera una crisis moral, sexual, que en cierto modo es lo que estamos vivienda ahora. La gente lee esto porque lo escribió hace 80 años, además me hace sentir feliz, porque tiene sentido del humor; no escribía de una manera oscura y depresiva, sino que hace sentir siempre la alegría”, argumentó.
La primera selección del Padre Braun se publicó en 1911. Fue una selección que se llama la Inocencia del Padre Braun; son cinco colecciones, y son cuentos cortos, muy amables, para cualquier persona de cualquier edad, porque lo pueden leer un niño de 11 años o a un adulto de 60. Ese es el comienzo y después de eso, bueno y en muchos colegios a los niños se les hace un taller, en que cada niño lee un cuento y luego escribe un ensayo de su mensaje cómo ellos lo recibieron. Chesterton no es solo un escritor, un poeta o un periodista, sino que él es un escritor sacramental, que es la persona que te habla de religión sin tener que escribir la palabra religión. Nosotros decimos, que lo pasa de contrabando”, comentó.