Sacerdotes de la Iglesia de Concepción celebraron Día del Párroco

Publicado el: 4 Agosto, 2011

Para festejar a los párrocos y sacerdotes de la Arquidiócesis de Concepción, se celebró una Eucaristía al mediodía de este jueves en Casa Betania, presidida por Monseñor Fernando Chomali en el día en que la Iglesia recuerda al Cura de Ars.

En la oportunidad, los sacerdotes se reunieron para recordar la persona de San Juan María Vianney, más conocido como el Cura de Ars, sacerdote francés que murió un 4 de agosto del año 1859 y que fue declarado como patrono de los párrocos por el Papa Pío XI. Por este motivo en esta fecha se celebra a todos los consagrados que están a cargo de una Parroquia.

Monseñor Chomali en su homilía, refiriéndose a una de las tareas del sacerdote señaló que “Si el Evangelio está presente en nuestra Arquidiócesis, ello se debe en gran medida a las parroquias que a ustedes hoy les toca sacar adelante con grandes alegrías y satisfacciones, sin duda, pero no exentos de dificultades”. Agregando que en este ministerio “sufrimos personalmente las dificultades que experimenta la gente de nuestras comunidades: soledad, cansancio, enfermedad, ancianidad, fracasos e incomprensiones (…) No obstante sabemos que el Espíritu Santo nos sostiene y fortalece en el camino emprendido hasta la meta definitiva. No obstante, allí estamos con gran alegría y entusiasmo”.

Nuestro Arzobispo precisó que “Predicamos a Jesús, el Cristo, como el centro de la historia y la razón de ser de la vida personal, comunitaria y pastoral. Además es Quién las personas van a buscar a la parroquia. Si hay algo propio en la labor parroquial es suscitar el amor a Dios, es decir despertar la religiosidad de las personas puesto que este amor es la fuente última de todo cambio personal, familiar y social. Eso es lo que esperan de nosotros y para lo que nos hemos consagrado.

Poniendo énfasis en la necesidad de sacerdotes santos señaló “cómo se resiente una comunidad cuando no hay pastores suficientes y pastores que aspiran, como el santo cura de Ars, a una vida de santidad, de generosa entrega y de desinteresado servicio apostólico y humano. Hemos de ayudarnos todos para lograr que nuestra vida sacerdotal sea un testimonio de vida cristiana ejemplar, que se perciba nuestro anhelo de santidad, como ha sido y es el ejemplo de muchos”.

Monseñor Chomali recalcó que “Es en el testimonio cristiano de las comunidades donde hemos de vivir con mucha intensidad una auténtica fraternidad. Si no hay unidad, amor, comunión entre nosotros y entre las comunidades no hay anuncio del Evangelio. Es en el testimonio cristiano del servicio a los demás donde manifestamos realmente que Cristo resucitó y que la vida es para darla”.

Finalmente entregó, especialmente, a los párrocos, un saludo de gratitud y admiración por el trabajo que realizan en nombre del Señor y apacentando el rebaño del Buen Pastor. “Hermanos sacerdotes, les deseo un feliz día. Ustedes son el corazón de la vida cotidiana de la Iglesia. De manera sencilla y humilde, pero muy eficaz, la vida cotidiana de la parroquia va haciendo crecer el Reino de Dios en medio de nosotros y va alimentado a los hombres y mujeres de nuestra querida Iglesia en la fe, la esperanza y la caridad”, concluyó.

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