Sacerdotes de la Iglesia de Concepción estuvieron acompañados de su familia en Misa Crismal

Publicado el: 5 Abril, 2012

Sacerdotes de toda la Arquidiócesis de la Ssma. Concepción participaron este miércoles en la Catedral de la ciudad, en la tradicional Misa Crismal que fue presidida por el nuestro Arzobispo, Monseñor Fernando Chomali.

En esta celebración que se realiza cada año en Miércoles Santo los sacerdotes manifiestan la comunión con su obispo, así como también renuevan su compromiso de vivir  el celibato apostólico y prometen vivir "con pobreza imitando a Jesucristo.

Monseñor Chomali en su homilía agradeció a los padres de los sacerdotes, señalando que  “detrás de una vocación hay una familia, recordar de modo especial a aquellos que ya no están y que hoy se encuentran junto al Padre, doy gracias a Dios por cada uno de ustedes, por sus oraciones, por sus hijos sacerdotes y por todos los sacerdotes, porque para una madre tener un hijo sacerdote en cierto sentido todos los sacerdotes son sus hijos. Quisiera dar gracias a Dios por todos los sacerdotes que ya han partido”.

Agregó que lo que los mueve a ser sacerdotes a pesar de su pequeñez y fragilidad es  “querer mostrar el rostro de Jesucristo, porque reconocemos en Él al Verbo de Dios que se ha hecho Carne y que ha habitado en medio de nosotros y que le ha dado un sentido trascendente a todo cuánto le acontece al hombre. Nos mueve mostrar a Jesucristo como el Hijo de Dios y que se ha hecho hombre y que nos ha dado vida, vida en abundancia”. 

Asimismo, dirigiéndose a la asamblea presente pidió enfáticamente que ayuden a los sacerdotes a ser servidores “les pido que nos ayuden a renunciar a todo autoritarismo, queremos ser los últimos como lo fue Jesucristo que se anonadó asimismo, siendo Dios tomó la condición de esclavo al punto que les lavó los pies a los propio discípulos. Nuestra Iglesia, cada uno de los que estamos aquí presentes seremos fiel a Jesucristo, seremos fiel a su Iglesia cuando visitemos al enfermo, al encarcelado, al humillado, al que no tiene nada que dar a cambio, porque lo propio de Él es la gratuidad”.

Finalmente con un corazón agradecido nuestro pastor manifestó contento “gracias, muchas veces muchas gracias por habernos acompañado en este día y les pido que nos acompañen en la oración, porque lo necesitamos, porque si el Señor no construye la casa en vano se cansan los albañiles. Seguramente aquí habrán muchos padres que tienes hijos e hijas, alimente en ellos el anhelo de Dios, alimente en ellos el anhelo de una vocación sacerdotal y religiosa, no solamente no quedarán defraudados, sino que serán profundamente felices, porque para nosotros la vida es Cristo”.

Durante la Eucaristía, el prelado consagró el Santo Crisma y bendijo los Santos Óleos, que estuvieron depositados en tres grandes ánforas. Con el Santo Crisma, se ungirán a lo largo del año a todos los recién bautizados; sustancia que también servirá para sellar a los nuevos confirmados y para ungir a los sacerdotes que sean ordenados. Este crisma también se utiliza en la dedicación de las iglesias, en la consagración de los altares. Igualmente, se emplea para ungir en la cabeza a los nuevos obispos cuando son revestidos con esta dignidad.

Para consagrar esta sustancia formada por aceite de olivas, el obispo sopla, literalmente, hacia el interior de una gran ánfora, mientras invoca al Espíritu Santo. Además, a esta sustancia se le añade un perfume; de modo que cuando se unge a los fieles, estos difunden una agradable fragancia, como signo de que los cristianos propagan el aroma del buen olor de Cristo.

Por su parte, con los Santos Óleos son signados los catecúmenos como preparación y disposición previa al bautismo, óleos que también son empleados por la Iglesia para impartir el sacramento de la Unción de los enfermos para que los dolientes reciban el alivio de su debilidad y consigan el perdón de sus pecados.

Antes de terminar la Eucaristía jóvenes de la Pastoral Juvenil entregaron un presente a todos los presbíteros que tenían más de 40 años de sacerdote. 

GALERÍA DE FOTOS
© Arzobispado de Concepción