Se fortalecen las Comunidades de Adultos Mayores

Publicado el: 25 Marzo, 2019

Para dar inicio al trabajo del presente año, se efectuó un encuentro del Equipo Diocesano de Acompañamiento de Pastorales Ambientales, de la Vicaría de Pastoral Social, con las coordinadoras parroquiales de la Pastoral del Adulto Mayor.

Claudia Zapata, miembros del Equipo Diocesano, explicó que “nosotros apoyamos a la pastoral del adulto mayor, a través de una comisión diocesana de adultos mayores, que tiene proyección territorial y participan los encargados de decanatos. Esta es una actividad para inicio de las actividades del año, con la finalidad de dar a conocer las líneas de trabajo, el marco pastoral, que es el caminar de la Iglesia y, además, permite abrir espacios de coordinación”.

En la jornada, que se efectuó en Casa Betania, se contó con representantes de distintos decanatos. “Los adultos mayores, en general,  están muy motivados a trabajar, desde un cambio de  paradigma, ya no tan asistencial, sino trabajar hacia la promoción de ellos, para que sean protagonistas de su desarrollo, por lo tanto,  ellos toman liderazgo en las actividades. Ya no son sujetos que esperan que otros hagan acciones por ellos”, subrayó la coordinadora, lo que a su juicio es muy  positivo.

Claudia dijo que se ha modificado un poco el lenguaje, y no se habla de “club”, sino de “comunidades de adultos mayores”, en la Iglesia. Lo de “club” se vi9ncula fundamentalmente a los grupos en torno a los municipios.

Prácticamente en todas las parroquias de la arquidiócesis funcionan comunidades de adultos mayores. “Hay mucha diversidad, porque ha parroquias en que funciona una sola comunidad y, por lo tanto, quien coordina es el encargado parroquial de adultos mayor.  En cambio, hay parroquias como san Pablo de Chiguayante, que tienen 13 comunidades funcionando y cada grupo es de entre 15 a 30 personas. La parroquia Santa Cecilia cuenta con 9 grupos”, precisó.

Informó que los adultos mayores, en la mayoría de las comunidades, trabajan en talleres de manualidades, pero sin perder nunca el sello pastoral y espiritual y es lo que los diferencias de los clubes. Hay clubes que han desarrollado organizaciones fortalecidas y realizan un importante trabajo con redes. “Actualmente algunos gestionan contactos con consultorios de salud, con la municipalidad para que les den charlas, porque la línea formativa es muy importante. Por lo tanto, son temas de interés para ellos y también abordan la parte recreativa, porque buscan, gestionan iniciativas como paseos, generan actividades lúdicas para mantenerse activo y acompañado”, explicitó Claudia.

Reconoció que el adulto mayor, en general, presta un servicio importante en la Iglesia. “La mayoría va a misa, trabaja en los grupos sociales; son personas muy activas. En los tres últimos años, se pudieron ejecutar proyectos financiados por la Campaña Cuaresma de Fraternidad,  dedicados a adultos mayores. Con ello, se apoyaron iniciativas en la línea de fortalecimiento organizacional, ya sea para  crear nuevos grupos o fortalecer los existentes. Con la línea de equipamiento, se mejoraron los espacios (mesas sillas, accesos). Nos llamó la atención que varias iniciativas se dieron en la línea de asistencia para adultos mayores enfermos o postrados, invisivilizado. Para ellos se logró llevar ayuda con pañales, medicamentos, alimentos”, agregó.

Un último catastro, indica que funcionan más de 70 comunidades de grupos mayores en la Iglesia local, llegando a más de mil adultos mayores, aunque la cifra varía todos los años.

 

 

 

GALERÍA DE FOTOS
© Arzobispado de Concepción