Vía Crucis en la JMJ: la Cruz es signo de esperanza para el mundo

Publicado el: 20 Agosto, 2011

Con gran mística jóvenes chilenos esperaron al Papa para celebrar juntos el Vía Crucis. Además el embajador visitó algunos grupos y monseñor Contreras dicta su tercera catequesis.

Nuevamente los peregrinos de todo el mundo se acercaron hasta la Plaza de Cibeles y sus calles colindantes para compartir con el Papa el tradicional Vía Crucis, una celebración que se sumó al programa de la JMJ en la versión de 1993, en Denver.

Los jóvenes pudieron apreciar por las pantallas gigantes del “15 pasos” de este acto litúrgico, propio de Semana Santa. Cada uno comprendió un momento del tormentoso camino de Jesús hasta el calvario, expresado en esculturas de la imaginería española, verdaderas joyas artísticas. Y la cruz de madera, característica de todas las JMJ, era llevada de estación en estación por jóvenes representantes de todo el mundo: de Tierra Santa, de Irak, de Sudán, de Haití, de Japón, de lugares donde son perseguidos por su fe, de inmigrantes, de jóvenes liberados de la droga, de quienes sufren marginalidad o precariedad laboral, de jóvenes discapacitados, etc.

Para asegurarse tener una buena ubicación, los jóvenes llegaron con varias horas de antelación a la llegada el Papa. La espera fue agotadora bajo el fuerte sol de Madrid. Los más cercanos al escenario principal fue el grupo de la parroquia Nuestra Señora de los Pobres de Santiago. Cuentan que se propusieron llegar hasta ese lugar para vivir el Vía Crucis con verdadero sentido y para ello era fundamental el contacto visual con Benedicto XVI y las pantallas que mostraban tanto la cruz como las estaciones.

Las horas de hacían eternas y a ratos el ambiente se hizo tenso por la masiva llegada de peregrinos y la incomodidades propias de las aglomeraciones. Pero este grupo supo transformar esta situación en un verdadero oasis de fraternidad con cantos y el rezo del Rosario a viva voz. Un gesto que contagió también a muchos peregrinos del entorno. De mano en mano fueron pasando los misterios dolorosos y de voz en voz las intenciones ofrecidas, especialmente por la realidad de nuestro país.

Cada cierto comenzó los jóvenes gritaban consignas de apoyo al Papa. A esta alturas de la Jornada ya es conocida la aclamación rítmica con el nombre de “Be-ne-dicto” seguida por tres aplausos. Y en esto los chilenos también pusieron su aporte, cambiando la palabra “Be-ne-dicto” por “Je-su-cristo”, según ellos no por desestimar la figura del Papa, en quien se deposita la comunión de la Iglesia, sino por poner el acento en lo esencial, en lo que les hace ser cristianos.

El Papa llegó y fue acogido con cariño. Los chilenos apreciaron su mensaje de valorar el camino de la Cruz en la vida propia, porque es signo del amor de Dios, que se entregó por entero en la persona de Jesús para la salvación de todos.

Catequesis de monseñor Cristián Contreras y visita del embajador Sergio Romero a jóvenes chilenos

Por la mañana el embajador en España, Sergio Romero salió al encuentro de un grupo de chilenos que, a su llegada a Madrid, tuvieron problemas alojamiento y que fueron derivados a uno de los sectores más alejados de Madrid, llamado Arganda del Rey.

Romero expresó su saludo y gratitud por el compromiso que demuestran los jóvenes, y los instó a vivir esta experiencia como un hito en su formación como personas, para ser buenos cristianos y buenos ciudadanos.

Los jóvenes de este grupo también agradecieron la visita de la autoridad y valoraron mucho la hospitalidad de la comunidad y de su párroco, conocido como el padre Antonio. Luego celebraron una misa presidida por el p. Galo Fernández, preparando el ánimo para partir a Cibeles y participar en el Vía Crucis.

Por su parte, monseñor Cristián Contreras Villarroel, impartió su tercera catequesis para peregrinos de habla hispana. A este encuentro llegaron también muchos chilenos. Su mensaje estuvo centrado en invitar a los jóvenes a aprovechar esta Jornada para crecer en intimidad con el Señor, pero no quedarse ahí sino proyectar esta experiencia con espíritu misionero. Fue un momento especial para los chilenos ya que tuvieron la oportunidad de saludar al Cardenal Francisco Javier Errázuriz, presente en la ocasión.


Fuente: www.madrid2011.cl

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