25 años de su Profesión Perpetua cumplió la Hna. Trinidad Morales Ocaña

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Publicado el: 14 junio, 2013

Con mucha alegría la religiosa de María Inmaculada celebró sus bodas de plata en una ceremonia sencilla y muy emotiva, presidida por Monseñor Pedro Ossandón.

25 años de Profesión Perpetua cumplió la Hna. Trini, como es más conocida. Sus hermanas agradecen el testimonio de Dios en su vida, manifestado en su alegría, su generosidad y fraternidad. Gracias por su experiencia de Dios, por su consagración y por compartirla con tantas personas.

Su acción de gracias fue:

"La frase que elegí como encabezamiento del recordatorio de mis primeros votos y de los Perpetuos, es algo que quiero repetir hoy, junto con quienes me acompañan en esta Eucaristía de acción de gracias”, señaló la Hna. Trini.

Este sigue siendo mi deseo: "Que mi vida te sirva, te glorifique y te testifique hasta el fin" Este deseo entraña una realidad para mí que solo la podré vivir si tu amor y tú misericordia me la regala. Por eso en este día te digo con San Ignacio: "Dame lo que me pides", porque este deseo mío sobrepasa mis propias fuerzas humanas.

*Solo podre servirte, si tú mismo me haces tu servidora,

*Solo podre glorificarte. si tú mismo me haces tu discípula y mis obras y mis palabras hablan de ti;

*Solo podré santificarte si tú me das el regalo de hablar y transmitir lo que antes he experimentado.

Han pasado 25 años de mi entrega definitiva al Señor sellada en los Votos Perpetuos, aunque el camino se comenzó unos años antes y mi corazón ya te pertenecía y tú te has mantenido fiel y misericordioso para conmigo a pesar de mis infidelidades, flaquezas y debilidades, que tú y yo sabemos muy bien. Hoy cuando empieza a sentirse el cansancio del camino quiero decirte: Gracias por tu amor, por tu amistad, porque has querido servirte de mí.

Gracias por mis padres ya contigo, ellos fueron mis primeros catequistas, por mis hermanos, por mi abuela que aceptaron con generosidad tu elección y mi decisión, por mi familia toda.

Por la Iglesia, por mi Congregación que me ha enseñado de manera concreta a vivir mi consagración y me ha dado lugar en el seno de esta familia religiosa.

Por el testimonio de tantas hermanas que me enseñaron lo importante que es darse con todo el corazón, brindándome espacios de libertad y de confianza.

Por las experiencias de luces y sombras de estos años.

Por la Provincia que me engendró y por esta que me vio crecer, por mi comunidad.

Por tantas jóvenes que con su alegría, entusiasmo y generosidad, me siguen animando, para continuar este camino de entrega, ellas son el tesoro que me confías y regalas cada día.

Por don Pedro Ossandón, por tantos sacerdotes y religiosos/as que a lo largo de estos años me han acompañado y con su testimonio de vida, han impulsado y animado la mía.

Por tantas personas que has puesto en mi camino que con su sencillez y su fe me han enseñado cómo ser fiel al Evangelio.

Hoy te repito una vez más que estoy a tu disposición, que cuentes conmigo, que mi pobreza la pongo a tu servicio. Triunfa tú en mi debilidad y haz que te SIRVA, te GLORIFIQUE y te TESTIFIQUE hasta el final de mi vida

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