Con la asistencia de la mayoría de sus miembros la Asamblea Sinodal retomó sus sesiones, la mañana de este sábado 22 de marzo en Casa Betania.
La primera reunión de este año contó con la presencia del doctor en teología Joaquín Silva, quien profundizó en la constitución dogmática Lumen Gentium, promulgada por el Papa Pablo VI.
La jornada comenzó con la oración del VII Sínodo, para luego escuchar algunas reflexiones de Monseñor Fernando Chomali en torno al papel de los sinodales y al objetivo de este tiempo que vive la Iglesia de Concepción. Llamó a, como dice el Papa Francisco, no quedarse en el letargo, en la comodidad del instalarse, sino a hacer cosas, ya que más vale equivocarse o salir derrotado en una batalla que no haber hecho algo.
Luego, vino el turno del teólogo, quien señaló que “vivimos un momento eclesial particularmente hermoso, importante, desafiante que es una invitación que se nos hace a la conversión, a poder acoger lo que Dios está haciendo en la historia, en nuestro mundo. Poder nosotros reconocer esa acción y desde esa experiencia de la transformación de Dios en la historia de los hombres poder ser un signo que alumbre efectivamente a los demás, que sea una fuente de sentido, una fuente de justicia, una fuente de paz; que en el fondo la Iglesia sea, por el camino de la renovación y conversión, ese signo que Jesucristo ha querido que ella fuera”.
Por su parte la Hermana Carola, miembro de la Asamblea Sinodal después de escuchar a Joaquín Silva manifestó que “me ha parecido excelente porque nos ha interpelado para hacer este cambio, esta conversión. Es necesario empezar por nosotros, sino no podemos anunciar a Jesucristo si no lo vivimos nosotros primeramente, en nuestra vida de oración. Esa intimidad con Jesucristo nos va a ayudar a evangelizar a nuestros hermanos y a no hacer diferencia entre ellos”.
