Con la presentación de una síntesis de la Sesión Plenaria, a cargo del Comité de Redacción, se dio inicio a la quinta sesión ordinaria de la Asamblea Sinodal. En este resumen se quiso complementar tanto el trabajo de la mañana como el de la tarde, donde las más de 500 personas tuvieron oportunidad de hablar de sus sueños como miembros de la Iglesia.
La primera tarea mencionada fue la necesidad de una Iglesia acogedora, acentuando el servicio a quienes son discriminados y marginados. Otro de los sueños es discernir y anunciar nuevas formas de evangelización a la sociedad actual. También, fortalecer la opinión de los laicos en el plan de formación pastoral, y de la misma forma, superar las estructuras y pasar al servicio de las personas.
Luego, continuando con el programa, los sinodales se reunieron en grupos para comentar cada unos de estos puntos mencionados, lo cual dio el preámbulo para dirigirse a la capilla de Casa Betania y tener un momento de Lectio Divina ante el Santísimo y plantearse la pregunta de cómo han visto el paso de Dios en este tiempo Sinodal.
Concluido estos minutos de oración, el consejo de dirección propuso a los presentes a reflexionar, nuevamente en grupos, la pregunta: qué hacer con lo recibido hasta ahora. La tarea fue jerarquizar los temas propuestos y descubrir cómo recoger el parecer de las comunidades eclesiales y de los grupos y personas que no forman parte de la Iglesia.
Antes de concluir con la oración final, se realizó el plenario de lo concluido en cada uno de los grupos, así como se señaló el itinerario de las sesiones ordinarias del próximo año.