Numerosos colegios católicos se congregaron para celebrar el Mes de la Solidaridad junto a nuestro Arzobispo, quien presidió la Eucaristía en la Catedral de Concepción este viernes en la mañana.
A la celebración eucarística llegaron los colegios que pertenecen a la Vicaría de Educación de la Arquidiócesis de Concepción y que han estado viviendo este mes de una manera especial, realizando distintas actividades que van entorno a la solidaridad y el amor al prójimo.
Monseñor Chomali durante la Eucaristía le habló a los niños y jóvenes presentes, señalando que “mucha gente asocia al padre Hurtado con obras sociales como el Hogar de Cristo donde él fue su fundador, la mayoría se ha quedado con esta imagen (…) pero es necesario decir que san Alberto llegó hasta los pobres después de un largo recorrido espiritual y un largo recorrido intelectual, por lo tanto si algunos de ustedes se proyecta como el padre Hurtado o como Teresa de Calcuta se equivoca al pensar que sólo basta con llegar a los pobres”.
Manifestó que la fe se alimenta a través de la oración, del estudio y en el servicio a los demás, por lo tanto “si ustedes están altamente motivados para servir a los más pobres, en primer lugar tienen que estar altamente motivados para rezar, llevar una vida espiritual y estudiar, sin el estudio no van a llegar ninguna parte. El mejor servicio de caridad y solidaridad que ustedes pueden prestar a Chile, a la Iglesia, a ustedes mismos es a través del estudio que los llevará a conocer a Dios”.
En el altar concelebraron los capellanes que prestan el apoyo espiritual y pastoral a los alumnos, profesores y personal de los colegios de nuestra Arquidiócesis. Además, antes de finalizar la Eucaristía Monseñor Chomali junto al padre Francisco Osorio, Vicario de Educación, premiaron a los niños que se destacaron en el concurso de dibujos del Mes de la Solidaridad.
Después de celebrar la Misa niños y jóvenes de los colegios salieron a la plaza de armas de Concepción para compartir distintos gestos de alegría y solidaridad, es así como alumnos del colegio Instituto de Humanidades de Chiguayante repartieron hermosas frases y un dulce a quienes pasaban a esa hora por este lugar. Globos, bebidas, cantos e innumerables sonrisas alegraron por un momento el centro de la ciudad penquista.
