Con aplausos y lágrimas agradecieron a dos religiosas en población Pedro del Río en Concepción

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Publicado el: 26 enero, 2015

Con fuertes y prolongados aplausos las hermanas Margarita y María Luz, religiosas de la Doctrina Cristiana recibieron el cariño y afecto de la comunidad Pedro del Río Zañartu, durante la eucaristía de acción de gracias, ante el anuncio de su partida a Bélgica.

El templo, ubicado en calle Lastarria 1050, se hizo estrecho para contener a las numerosas personas que quisieron testimoniar a las dos religiosas que por más de 34 y 36 años, respectivamente, cumplieron una hermosa misión social con los más necesitados, de la población, principalmente en el ámbito de la educación.

La eucaristía fue presidida por el padre Erwin Harnisch, SS. CC., párroco de la parroquia Santa Madre de Dios y concelebrada por el vicario parroquial, padre Nelson Rivera SS. CC.,  y el diácono permanente, Jorge García, quienes manifestaron su profundo agradecimiento a las dos religiosas extranjeras, quienes regresan a su país, para seguir sirviendo a Dios.

“Humanamente toda despedida tiene sentimiento de cierta pena, pero también es un instante de alegría por la misión cumplida, porque este es un camino de fe, la obediencia religiosa es obediencia a Dios; Él nos llama y nos mueve adonde nos necesita. Es un sentimiento profundo de agradecimiento a Dios por la entrega de las hermanas, al servicio en una población vulnerable, que ha sufrido y sigue sufriendo. Ellas han sido un alivio y un testimonio que Dios no abandona a su pueblo”, señalo el padre Erwin.

Durante la celebración, en el momento de las ofrendas, dos pequeños del jardín infantil Fabiola llevaron al altar dos poleras y una mamá entregó dos sandalias como signo del trabajo misionero de las religiosas. La señora Margarita Cañuta entregó su testimonio, a nombre de la comunidad, señalando que gracias al servicio de las religiosas pudo educar a sus hijos y hacerlos profesionales; al mismo tiempo, pidió muchas bendiciones para el camino que seguirán ambas hermanas.

La Hna.  Elisabeth Heiderscheid, superiora regional con residencia en Santiago, estuvo presente en esta oportunidad, destacando el valioso servicio de las religiosas durante muchos años. “En 1967, llegan las primeras religiosas a la población Pedro del Río, entre ellas las Hnas. María Luz y Margarita. Ya son generaciones de niños que recibieron la oportunidad de una buena educación para empezar la vida y ser constructores de un mundo mejor. Hoy, se cierra una etapa, pero todo lo sembrado está llamado a florecer. Ahora, las religiosas chilenas continuarán esta misión”, expresó.

La Hna. Margarita manifestó que su misión, por más de 36 años, ha sido “una entrega total al servicio de la vida, con los niños y los jóvenes. Lo hermoso de nuestra misión es que uno entrega y recibe más. Es, en otras palabras amar y servir. Desarrollamos, aquí, el jardín infantil Fabiola, nuestra preocupación por los niños que son el futuro de Chile, con educación y alimentación necesaria para poder crecer y ser útiles a la sociedad”.

Al terminar la celebración eucarística, hubo hermosos gestos musicales, muchos abrazos y lágrimas por la partida de las religiosas, quienes, además, fueron agasajadas a un costado de la parroquia, con la presencia de la comunidad.

 

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