Más de 600 personas llegaron hasta el centro de peregrinación de Schöenstatt para participar del inicio de este evento. Durante la jornada se determinó en conjunto los seis temas que nuestra Iglesia tendrá como eje para fortalecer su labor evangelizadora.
La jornada de trabajo comenzó a las 8.30 hrs con un acto inaugural que contempló una interpretación artística de la historia pastoral nacional y el mensaje de bienvenida dado por Monseñor Ricardo Ezzati. Asimismo, se destacó la llegada de la Virgen del Carmen traída desde Concepción y que acompañará a los fieles durante los cuatro días que durará la asamblea.
Pero no sólo eran personas las que repletaban el lugar, sino también el espíritu de alegría y emoción que se podía sentir en todo el recinto. “Un regalo de Dios, nunca pensé que podría venir a este encuentro tan maravilloso ha sido muy grato y enriquecedor”, afirmó Teresa Armijo proveniente de la parroquia San Francisco de Asís de Rancagua.
“Estoy con bastante motivación y esperanza por el documento que saldrá de esta asamblea. Creo que el país está cambiando y como Iglesia es muy bueno prestar oídos y servicios a estos cambios para llegar a todos los sectores del país” agregó Julio Bórquez de Punta Arenas.
La Misa de apertura estuvo presidida por Monseñor Ivo Scapolo, Nuncio Apostólico y durante la jornada de la tarde se trabajó en equipos compuestos por personas de distintas partes del país, con el fin de determinar los temas que nuestra Iglesia debe abordar para fortalecer su labor evangelizadora.
Tal como lo expuso Monseñor Fernando Chomalí. “Esto significa que estamos en comunión con las demás diócesis, con los obispos y el papa Francisco. Nos interesa entregar y recibir lo mejor de los demás en todas las experiencias que ayuden a mostrar el rostro de Jesucristo”.
La jornada finalizó con la identificación de los seis ejes que guiarán la labor de nuestra Iglesia. Estos son: Clamor por justicia y equidad, Necesidad de renovación de la Iglesia, Crisis de la fe, anhelo de familia y cambio cultural producto de las nuevas formas de comunicación.
De esta manera la Iglesia Católica espera alcanzar en conjunto el proyecto de crecimiento comunitario pedido por Dios.