En una Eucaristía presidida por el sacerdote redentorista Néstor Díaz, asesor espiritual del colegio anfitrión, se destacó el sentido de la imagen recalcando la vida y legado de los santos chilenos Teresa de Los Andes y Alberto Hurtado.
El Signo que recuerda el Año de la Vida Consagrada y que peregrina por los Colegios de Iglesia, se encuentra en el Colegio Madre Paulina de Chiguayante, hasta donde fue llevado por una delegación de alumnos y personal del Instituto de Humanidades Monseñor José Manuel Santos Ascarza.
En una Eucaristía presidida por el sacerdote redentorista Néstor Díaz, asesor espiritual del colegio anfitrión, se destacó el sentido de la imagen recalcando la vida y legado de los santos chilenos Teresa de Los Andes y Alberto Hurtado.
La hermana María Clara, de la Congregación Religiosas de la Inmaculada Concepción, destacó que “estos signos nos sirven para dar testimonio de que todos somos llamados a la Vida Consagrada, sin importar el estado de ella, pero especialmente para motivar a nuestros jóvenes e invitarlos a hacer un compromiso mayor como es el ser religiosa o sacerdote”.
Asimismo, se refirió a que los jóvenes necesitan de signos, también de acercamiento y compañía de las religiosas, y acotó que en el Colegio Madre Paulina “se desarrolla la Pastoral Vocacional con un grupo de con niños de quinto básico a cuarto medio, que cada vez se han integrado más y a través de la Red de Colegios Inmaculada Concepción han participado de asambleas vocacionales”.
El próximo establecimiento que visitará el Signo de la Vida Consagrada será Margarita Naseau, de Tomé, que lo recibirá el día del Encuentro con el Pastor, el próximo viernes 12 de junio en el gimnasio del Colegio Salesiano.
Larry Henríquez Bravo – Periodista
Vicaría para la Educación y Fundaciones Educacionales
