Una nueva versión del Diplomado en Estudios Teológicos se inició en la Universidad Católica de la Santísima Concepción, con renovados bríos en el contexto de Año de la Fe. Así, este programa impartido por el Instituto de Teología se consolida como uno de los más antiguos de la UCSC.
Durante la primera clase, el Dr. Patricio Merino en su calidad de coordinador del diplomado, entregó la información general relativa a los cursos, créditos, modalidad de estudio, reglamentos y normas administrativas. Luego, presentó al profesor Hernán Heredia, quien dictará “Fundamentos Teológicos”, y que en esa ocasión condujo la presentación de los alumnos y expuso los detalles de su asignatura.
Consultado respecto de por qué se matriculó en el diplomado, Víctor Hugo Moreno Sanhueza, de la parroquia agustina “El Buen Pastor” de San Pedro de la Paz, comentó que “fue por la participación en mi parroquia, en diferentes grupos, en el último como asesor de pastoral juvenil. Me di cuenta que es necesario reforzar de alguna forma los conocimientos para poder defender la fe y subir nuestra estima como católicos, algo baja por algunos acontecimientos que han sucedido. A veces no sabemos responder y hacer frente a interrogantes que nos hacen personas que no son católicas, o que lo son pero están esperando reforzar esa fe para volver al camino. Creo que es necesario interiorizarse y aprender para poder lograr iluminar a la demás gente, con la fuerza de la fe propia y el conocimiento”.
Por su parte, el profesor Merino destacó el sentido de este programa de estudios. “Cada año ingresan a nuestro Diplomado en Estudios Teológicos unas 30 personas, todas con la moción del Espíritu de querer fundamentar y disfrutar su fe, para compartirla con las distintas personas con quienes entran en contacto en sus vidas. Este programa es un servicio que hace el Instituto de Teología a la Iglesia Arquidiocesana y, por ello, se trabaja muy unido a sus planes pastorales. Hay una hermosa articulación entre, por ejemplo, la Escuela de la Fe que se realiza cada invierno y verano con el Diplomado, de allí vienen la mayoría de nuestros alumnos, sumados a los que provienen de distintas comunidades. Ahora, además, quienes hayan terminado el Diplomado en Estudios Teológicos pueden iniciar el Diplomado en Estudios Bíblicos. La formación teológica es un apoyo al discipulado cristiano, que como tal es un camino permanente, porque Dios es siempre desbordante".
La coordinación de este programa de estudios agradece especialmente a los párrocos de la Arquidiócesis, por la motivación y apoyo a sus fieles para que cursen el diplomado. También a los ex alumnos, que han sabido compartir con otros hermanos la dicha de estudiar teología.
Larry Henríquez Bravo – Periodista / Instituto de Teología UCSC