Muchas personas aumentan el consumo de pescado durante Semana Santa. Cada chileno, consume en promedio 7 Kilos de pescado al año, de los cuales solo el 50% ocurre durante este fin de semana festivo.
Bien sabido por todos, es que en Semana Santa no se puede comer carnes rojas, pero ¿Por qué?. La Iglesia propone no comer carnes rojas como un signo de abstinencia, porque en esos tiempos comer carne era un deleite. En nuestros días, muchos se privan de ellas y las reemplazan por pescados, los que en el mercado, tienen un valor similar al de la carne roja, y algunos son incluso más caros.
En este contexto, muchas personas aumentan el consumo de pescado durante Semana Santa. Cada chileno, consume en promedio 7 Kilos de pescado al año, de los cuales solo el 50% ocurre durante este fin de semana festivo.
De los pescados más consumidos en restaurantes en Chile la corona se la disputan el Salmón y la merluza austral con un 25% cada uno y en la siguiente posición se encuentra el congrio con un 20,1%.
Pero, no todo es pescado por estas fechas, otro producto que incrementa drásticamente sus ventas en Chile durante los días previos a Pascua, es el huevito de chocolate, el que llega a superar los 7 millones de dólares en ventas, algo así como 28 millones de huevos.
Ante este fenómeno de la vida de consumo, nos detenemos un segundo a pensar si: ¿Es así como realmente estamos llamados a vivir cuaresma y Semana Santa?. Jesús pasó cuarenta días y cuarenta noches en el desierto sin comer, soportando las tentaciones, y alimentándose de la oración que lo ayudó a resistirse. Así, es como deberíamos vivir este tiempo, en oración, limosna y ayunando de cosas que idolatramos en la vida diaria. También en Semana Santa, nos preparamos con ayuno y oración para celebrar la resurrección de Cristo, que no es sólo una historia de la biblia, sino la resurrección de Cristo en nuestras vidas.