Con una eucaristía presidida por Monseñor Fernando Chomali en la capilla del seminario, que se encuentra en Chiguayante, se celebró el aniversario.
Con un espíritu alegre los seminaristas recibieron a sus invitados para esta gran celebración que contó con la presencia de los obispos de Ancud, Mons. Juan María Agurto; de Punta Arenas, Mons. Bernardo Bastres; de Chillán, Mons. Carlos Pellegrin y el obispo de Puerto Montt, Mons. Cristián Caro, representantes de algunas de las diócesis que acoge el Seminario de Concepción.
Durante la homilía el Arzobispo de Concepción, Monseñor Chomali hizo énfasis en que “la Iglesia de mañana será lo que son los seminaristas hoy”, destacando la importancia de su formación y de la vocación que cada uno tiene por el sacerdocio. Además dijo que en la iglesia “no necesitamos ejecutivos, necesitamos sacerdotes que tengan un corazón de buen pastor”. Monseñor también recordó a las madres la misión de promover las vocaciones sacerdotales en sus familias, en sus hijos, y les aclaró que “si un hijo entra al seminario no lo van a perder, lo van a ganar”.
El Padre Nino San Martín, Formador del Seminario, dijo que el servicio del seminario de Concepción, “es un servicio de la Iglesia de Concepción para la Iglesia de Chile”, y destacó que después de mucho tiempo, este año los seminaristas retomarán el apostolado en la cárcel.
El Obispo de Puerto Montt, Monseñor Cristián Caro señaló que “es muy positivo el que hayan seminaristas de distintos lugares en este Seminario. En el caso de nuestra diócesis dos jóvenes han comenzado su proceso acá. Esto ayuda a que las diócesis del sur de Chile tengan una misma línea de formación. El clero en el futuro se va conocer y eso es muy importante, tendrán una historia formativa común que beneficiará el trabajo pastoral”.
Luego de la celebración Eucarística, a la que asistieron distintas personas vinculadas con el seminario, todos disfrutaron de un almuerzo en dependencias del seminario. Posteriormente se realizó el tradicional partido de fútbol, en el que se enfrentan seminaristas versus sacerdotes, y como es de costumbre, ganaron los seminaristas con diez goles a favor y uno en contra.