Eucaristía de Acción de Gracias por egresados de Colegio Padre Luis Amigó

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Publicado el: 26 noviembre, 2014

Dar gracias a Dios por el paso trascendental que significa egresar de cuarto medio y enfrentar la enseñanza superior o la vida del trabajo, fue el objetivo de la Eucaristía que reunió a la comunidad educativa del Colegio Padre Luis Amigó, en la parroquia Del Sagrario de Concepción.

La Santa Misa fue presidida por el Vicario para la Educación Pbro. Francisco Osorio, quien dijo a los 37 jóvenes que “han concluido una etapa muy bella en la vida de un ser humano, en la cual han ido descubriendo todas las potencialidades, riquezas y talentos que Dios ha sembrado en cada uno de ustedes. Ahora, con un estudio y trabajo serio y responsable, deben madurar y cultivar a lo largo de su vida todo lo que Dios ha puesto en sus corazones”. “Todos los que están acá son personas que les quieren y desean lo mejor. Está el equipo directivo y docente, su profesor jefe don Juan Rivas, papás, mamás, hermanos y familiares, para hacer una oración especial para que a través de la educación sigan descubriendo los talentos que tienen”.

El término de la celebración, el profesor jefe de los egresados, don Juan Rivas, profundizó en el sentido que tiene la planta que compartieron como signo, y que cada uno se llevó a su casa. “La planta es un signo que representa la vida, un ser vivo que necesita cuidados y atención. Por lo tanto, cada día que pase esa planta va a crecer como ustedes y va a desarrollar sus capacidades, quedando como signo visible de lo que ustedes puedan realizar en sus vidas. Como dato al margen, la planta es de tipo estolonera, porque genera crías, pequeñas plantitas que se desprenden de la planta madre. Tiene propiedades medicinales y posee una característica importante: rompe la piedra. Precisamente los invito a eso, a que sean jóvenes capaces de romper en la sociedad y en la vida con los grandes desafíos”.

Una de las alumnas egresadas fue Paulina Contreras Ramírez, quien destacó el significado que tuvo para ella haber estudiado en un colegio católico. “La verdad es que fue importante porque nuestro colegio se preocupa mucho de los valores. Yo no soy católica sino evangélica, pero eso es lo bueno que tiene, que a pesar de que uno profese otra religión lo más importante es el amor de Dios y lo que Él es para nosotros. Yo rescato mucho eso, porque en muy pocos colegios católicos está esa libertad de que puedan entrar alumnos de otras religiones o que crean distinto. Lo único que nos han pedido es que seamos respetuosos”.

Por último, el Vicario recordó a los alumnos que están llamados a ser sal, es decir, a ponerle sabor, sentido y alegría a la vida. “Que se note que ustedes son hombres y mujeres que han pasado por un colegio católico, que a lo largo de su enseñanza, centrado en la persona de Jesucristo, ha dado pleno sentido a sus vidas”.

 

Larry Henríquez Bravo – Periodista

Vicaría para la Educación y Fundaciones Educacionales

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