¿Por qué una fe sana hace una razón saludable? La respuesta a esta interrogante constituyó la conferencia de la tercera sesión de las Jornadas de Formación Permanente en Teología, impartida por el Pbro. Dr. Agostino Molteni en el Aula Magna de la UCSC.
Esto no lo inventé yo, indicó el sacerdote, “ya está en la carta de San Pablo a Tito, donde se puede apreciar que el apóstol dice ‘increpa a quienes desvirtúan la fe, que se mantengan sanos en la fe’. Como dice San Pablo, la fe se enferma cuando pierde su naturaleza. No hay que tener miedo a reconocer que hay patologías de la fe. Una fe enferma produce una razón enferma, y por el contrario, una fe sana produce una razón saludable”.
El expositor indicó claramente tres motivos por los cuales una fe sana hace la razón saludable. En primer lugar “porque vincula la razón a un acontecimiento, y por eso salva la razón moderna de la anorexia en que vive, de los datos científicos y matemáticos que son todas cosas bellísimas, pero en el fondo tú puedes vivir sin saber si es la tierra es la que da vuelta al sol o el sol a la tierra. Pero vivir de esta certeza matemática es una razón anoréxica, a la que le falta realidad y por eso se enferma”. Además, la fe sana hace bien a la razón porque la abre a la realidad entera, “la abre a la categoría de la posibilidad, la posibilidad de que hasta Dios se haga hombre. Este ensanchamiento de la razón del que habla el Papa Benedicto XVI es realmente estar abierto a toda la posibilidad, y la suprema posibilidad es que Dios se ha hecho carne. Cuando uno experimenta esto y lo toma en serio, lo constata, su razón abraza la realidad entera, no sólo el ámbito matemático científico”. Finalmente, el tercer motivo se refiere a que la fe sana hace bien a la razón “porque activa el principio de placer. Es verdad que también los matemáticos y los científicos tienen mucho gozo cuando descubren una cosa, pero en el fondo los misterios de la ciencia, de la creación, son grandes, son bellos, pero no son nada en comparación al beneficio que te puede dar el encuentro con alguien que satisface tu hambre, tu sed de todo, de amor, felicidad, belleza, justicia”.
Al concluir, el profesor reafirmó que “una fe sana hace una razón saludable porque ayuda a la razón a vivir del principio de realidad, de un acontecimiento, de algo imprevisto, del principio de placer, de satisfacción. El padre que me educó siempre me decía ‘nunca des una charla sin repetir la frase más bella de Cristo’, que ya dije, quien me sigue tendrá cien veces más. O sea, quien me sigue tendrá un provecho, un beneficio, una felicidad, un afecto, una pasión, una inteligencia cien veces más grande. Éste es el principio del placer, y la razón moderna espera encontrar cristianos que vivan así para que la razón de los científicos, los matemáticos, pueda encontrar que es realmente posible experimentar realidad, el ciento por uno, una felicidad que no se puede imaginar, que desborda cualquier deseo, como ocurre con el acontecimiento de Cristo”.
Las Jornadas de Formación Permanente en Teología, que se suman a la celebración de la Iglesia Universal por los 50 años del Concilio Vaticano II y el inicio del Año de la Fe, culminan hoy con la conferencia "La verdad de Jesucristo nos atrae”, que expondrá Monseñor Antonio Moreno Casamitjana, arzobispo emérito de Concepción y fundador de la UCSC.
Larry Henríquez Bravo – Periodista / Instituto de Teología UCSC