Con velas en sus manos, dejando ofrendas en su altar o descalzos sin importar el frío matutino; estos fueron algunos ofrecimientos que los feligreses hicieron a San Sebastián. La jornada comenzó con un ciclo de Eucaristías desde la madrugada y que se extenderán hasta el final del día.
Fieles de todas las edades llegaron hasta el santuario de Yumbel para honrar al mártir. Marjorie, es una adolescente que viene desde Santa Juana, quien señaló: “con mi pololo queremos agradecer el bienestar de nuestra relación, San Sebastián es lo más hermoso que puede existir”. Mientras que el adulto mayor Jaime Jaque dijo entre lágrimas “Vengo desde Miraflores, Linares, con mucha fe grabada en el corazón, cada año que regreso ofrezco una manda” manifestó.
Por otra parte, María Monsalve, asiste desde hace más de 25 años en esta fecha. En esta ocasión viene a agradecer el nacimiento y la salud de su nieto: “vinimos a dejar como ofrenda, la primera prenda que mi nieto se puso al nacer” Manifestó la mujer, oriunda de El Carmen, Ñuble.
A las 10:30 comenzó la Eucaristía, donde el Mons. Fernando Chomalí, sorprendido y agradecido por la asistencia, dijo: “a mí me llama la atención la fe de las personas, porque pese a las dificultades tenemos esperanza. Hago un llamado a que cuidemos la fe que es lo más preciado, es un acto público que debe manifestarse en la esperanza, fraternidad y el anhelo de un mundo más justo”
Además, habló de la realidad que enfrenta la inequidad social en chile y como debemos superarla: “Llamo a los empresarios que tienen una gran responsabilidad en este sentido, a que promuevan trabajos justos y dignos. Porque detrás de cada trabajo, hay un trabajador que tiene una familia a la cual tiene que darle lo mejor”.
Las actividades continuarán con una procesión que recorrerá las calles de la comuna y donde los asistentes podrán honrar y venerar la imagen del Santo Romano que muchos de sus fieles chilenos ya lo han hecho propio.