Muy agradecidos de la Iglesia de Concepción y de monseñor Fernando Chomali se manifestaron los miembros de los distintos clubes de rehabilitados alcohólicos, que participaron en la celebración de la Misa, en la Catedral, en el contexto de su Día Internacional.
Ricardo Sánchez, presidente de la Unión Comunal Talcahuano, recordó que “antes cada club celebraba en su comunidad y teníamos el desafío de hacer una gran celebración con todos, con la presencia de todos los clubes de Concepción, Chiguayante, Talcahuano, Tomé y Penco. Se lo planteamos a Monseñor Chomali y accedió de inmediato”.
El dirigente expresó que el objetivo es dar a conocer el trabajo de los clubes, para que otras personas que sufren el problema del alcoholismo puedan acudir y saber que “se puede salir y superar. La mayoría de nosotros estuvo sumido en el alcohol y gracias a esto hemos podido superar el problema”, enfatizó.
Sánchez informó que cada 2 de agosto es el día internacional del rehabilitado alcohólico y que tratan de celebrar la Misa en la catedral, en la fecha más próxima. Así ocurrió este domingo 4 de agosto. “Llevamos cuatro años celebrando en la catedral. Que el arzobispo nos acompañe es un orgullo como institución, porque nos anima a seguir avanzando”.
Monseñor Chomali, en su homilía, dijo que “debo reconocer que esta misa con ustedes la espero con ansias. Encuentro tan valioso que viniendo de tantas partes quieran celebrar a misa en la catedral. Valoro esta misa y a ustedes, porque me convenzo, que la batalla más grande que damos en nuestra vida es con nosotros mismos. No hay nada más fácil que echar la culpa a los demás y ustedes no hicieron eso, sino dieron la batalla y la ganaron por su fuerza, por su voluntad, detrás de mucho amor, de pensar en sus familias y sobre todo de pensar en Dios”.
Se mostró convencido que es mucho más fácil construir un edificio de cuarenta pisos que ganar la batalla que uno lleva contra uno mismo. Ustedes la llevaron, muy pesada y la ganaron. Por eso, ustedes son un testimonio de fe, de esperanza, de voluntad que a todos nos edifica mucho. Los felicito. Ustedes han dado una gran prueba de amor, no solo a ustedes mismos, sino también a la familia y a la comunidad y a Dios. Asumamos un rol más activo, porque hay tantas personas que les cuesta rehabilitarse. Los animo y podemos organizarnos para ir al albergue móvil, donde hay tantas personas que están sumidos en el alcoholismo, que les cuesta dar el paso y ustedes pueden dar testimonio de una vida nueva , según el espíritu”, concluyó Monseñor, agradeciendo, además, al coro de la comunidad Virgen de la Paz, que acompañó la celebración.
