Con un fuerte abrazo, monseñor Fernando Chomali, recibió a la las tres personas que permanecieron por diez días en la parte superior de una grúa, donde habían iniciado una huelga de hambre, reclamando el pago de los dineros adeudados por empresas, a las que prestaron servicios para la construcción del llamado Mall del Centro de Concepción.
Fueron los representantes de las empresas Pymes, involucrado en el conflicto con el Consorcio Socoesa, quienes pidieron la intervención del arzobispo, para avanzar en las negociaciones y alcanzar un acuerdo lo antes posible, por el grave riesgo que enfrentaban las tres personas en la altura, que ya habían comenzado a sufrir los efectos de la lluvia, el frío en su salud.
El jueves de la semana, el Vicario de Pastoral Social, Pbro. José Cartes, había acudido hasta el lugar de conflicto, donde se celebró una sencilla liturgia y oración en la que incluso participaron los huelguistas a través de teléfonos celulares. En la ocasión el padre Cartes oró por la salud de las tres personas y sus familias y les pidió que reflexionaran sobre el sentido de la vida.
Este Viernes Santo, después que monseñor Chomali presidió el Vía Crucis en Concepción, fue llamado por los representantes de las Pymes, para pedir su presencia, ya que los huelguistas habían decidido dejar el ayuno y además, le solicitaron que fuera “testigo de fe”, en la firma de un documento de un principio de acuerdo, en el sentido que las empresas recibirían un 50% de lo adeudado y luego se negociaría el resto.
La firma y el descenso de los huelguistas se registraronavanzada la noche del viernes, en medio de la expectación de las familias y de los medios de comunicación. Tras la firma del documento, monseñor Chomali señaló: “Primero, agradecer la decisión de las personas en huelga, porque la vida es el don másprecioso y hemos solicitado que puedan bajar. Y coincidió esto la firma del acuerdo que da un pie para avanzar en una solución entre el consorcio y los subcontratistas”.
Agregó que “pero hay que ser claro, este es un acuerdo, no es el mejor, y pienso que tendría que ver bien la Cámara Chilena de la Construcción, el Ministerio de economía y el Ministerio del Trabajo y saber qué está pasando con las pymes, que quedan en una gran indefensión frente a problemas que se producen en la empresa, con estas consecuencias”.
Dijo que “Chile vive, en gran medida de las pymes y en vez de fortalecerlas, con estas situaciones que acontecen más de lo que uno se imagina, va en desmedro de los trabajadores, de las familias y del país. El gobierno, el parlamento y las instancias gremiales tienen que pensar cómo regular este problema”.