Su preocupación y malestar expresó monseñor Fernando Chomali, por la crítica situación en que están los subcontratistas que construyeron el Mall del Centro, en Concepción, al no recibir aún el pago de sus trabajos realizados.
“Tengo en mi poder el informe que entregó el DICTUC, acerca de los subcontratistas del y decirle que este organismo filial de la Universidad Católica, le encontró la razón a los subcontratistas, a quienes no les han pagado su trabajo. Por lo tanto, ahora le corresponde a la empresa CyS de responder frente a estos trabajadores, que muchos de ellos están arruinados”, recalcó, en circunstancias que el enorme edificio comercial lleva bastante tiempo funcionando.
“No puede ser que en Chile todavía haya empresas que manden a hacer trabajos a empresas más pequeñas y que no se les cancelen. Ellos pidieron que un tercero pudiera ver respecto de lo que se había hecho y lo que se ha pagado y les deben importantes sumas de dinero y eso no se ha cumplido. Por lo tanto, yo quisiera abogar aquí, de manera responsable, por esos subcontratistas, y pedirle derechamente a la empresa constructora del mall del centro, que por favor pague, porque en justicia estos trabajadores lo merecen”, afirmó.
Monseñor Chomali fue garante de un acuerdo entre el consorcio CyS y los subcontratistas, cuando la situación se hizo patente. “Después de mucho tiempo, se llegó a un acuerdo que este organismo de la UC fuera viera la situación y ese documento, confirma que trabajos realizados no han sido pagados, en una suma cercana a los 220 millones de pesos. Han encontrado muchas dificultades para que eso se cumpla”, recordó.
Estimó que “el trabajo de las personas es algo muy serio y se debe pagar y yo apelo no sólo a la empresa constructora, sino también a la Cámara Chilena de la Construcción, a todas las personas que tienen representatividad, para que estas cosas no vuelvan a suceder nunca más. Me parece que el trabajo es algo sagrado y muchos de estos subcontratistas han quedado en la ruina, porque se mandó a hacer un trabajo y no lo pagan. Si queremos un país más justo y desarrollado, tenemos que promover el emprendimiento, pero si las grandes empresas no respetan a las empresas más pequeñas, será muy difícil que la gente quiera emprender, porque quedan endeudados y en la calle, y eso, es algo inaceptable. Lamentablemente, esto pasa mucho más de lo que uno cree. Esto es signo que nos faltan aún mayores espacios de desarrollo y justicia”.