Un llamado a deponer la huelga de hambre, porque es un derecho fundamental defender la vida, ha hecho la Iglesia de Concepción, frente a la acción de un grupo de 8 trabajadores de los Astilleros y Maestranzas de la Armada (ASMAR) de Talcahuano y que se mantienen al interior de la Catedral.
El llamado lo reiteró esta mañana el Vicario general de la Arquidiócesis de Concepción, Pbro. Juan Carlos Marín, quien ha estado preocupado permanentemente de la situación. Durante una visita a las personas, señaló que “en primer lugar destacar el ambiente de tranquilidad de estas personas al interior del templo. Se les ha explicado a los dirigentes y a ellos mismos que como Iglesia abogamos por la vida”, afirmó.
Confiado en que el conflicto pueda terminar lo antes posible, indicó que como Iglesia de Concepción se ha escuchado a los trabajadores. “La Iglesia los ha escuchado desde que se inició el conflicto, hace más de un mes, en un diálogo permanente, facilitando para permitir el diálogo entre las partes. El diálogo se mantiene lo que es muy importante. Este lunes sostuvieron una prolongada reunión con muy buen ánimo y disposición de ambas partes. Confío en que salgan favorecidos”, recalcó.
El Vicario expresó estar agradecido de los trabajadores, a pesar del costo y del cansancio de ellos y de sus familias, porque “ha habido, en el último tiempo, un acercamiento más fraterno y la Iglesia de Concepción se alegra, porque de eso se trata. El diálogo es lo fundamental. La paz social es obra de la justicia y la justicia sólo se realiza en el diálogo, entonces la Iglesia ha tratado de hacer el puente, no es mediadora o facilitadora, porque nunca lo han pedido, sino que los trabajadores han pedido ser escuchados”.
Invitó a las personas en huelga como a los demás trabajadores a tener comprensión, porque “aunque no ha habido distorsión en las actividades de la catedral, porque han sido muy respetuosos, pero los fieles que llegan se inquietan. Hay que entender que la Iglesia está al servicio del hombre y su misión es servir al hombre en todas las situaciones y dificultades”..
Finalmente el Pbro. Marín insistió en que no es necesaria la huelga de hambre. “La vida y la salud y es muy importante protegerlas y es son un derecho fundamental y la Iglesia se va a jugar por esto. Esta acción no ayuda a un diálogo que ha sido permanente. Hemos orado por ellos y nos hemos comprometido juntos – en la noche hacen la oración del Sínodo – a orar por ellos, para que depongan esta actitud”, concluyó.