La celebración se desarrolló en el convento de Las Trinitarias, en Penco, y Monseñor agradeció a los religiosos y a las religiosas por el enorme servicio que prestan a la Iglesia y a la Sociedad.
Como “un gran regalo de Dios” definió monseñor Fernando Chomali, el servicio de religiosos y religiosas, en la Arquidiócesis de la Santísima Concepción, durante la celebración de la solemnidad de la Asunción de la Virgen y el día de la Vida Consagrada.
En esta oportunidad, la celebración se desarrolló en el convento de Las Trinitarias, en Penco, y fue organizada por CONFERRE, que en la zona, preside la Hna. Sonia Erices, de la congregación de la Doctrina Cristiana, quien resaltó la fecha, precisando que “desde el año pasado hemos decidido acercarnos a las hermanas de vida contemplativa, para hacer un signo de comunión y celebrar m
Monseñor Chomali, quien presidió la Eucaristía, concelebrada por dos sacerdotes jesuitas y uno de los Sagrados Corazones, en su homilía agradeció a los religiosos y religiosas por el enorme servicio que prestan a la Iglesia y a la sociedad. Manifestó que la vida consagrada es un “signo de amor de Dios” y agregó que con su servicio dan un “testimonio humano de entrega y generosidad con los más necesitados”.
Señaló, además, que “las religiosas y religiosos están con los enfermos, con los ancianos, los desvalidos, en los colegios, no sólo entregando contenidos, sino también valores y formación para la vida. Han hecho una obra extraordinaria”. En este sentido, Monseñor Chomali tiene mucha esperanza que Dios suscitará nuevas vocaciones.
En su reflexión, Monseñor expresó que la Virgen María “sigue siendo pedagogía de la vida cristiana”. Asimismo, resaltó el ejemplo los valores de sencillez de la Virgen, que debe ser modelo para el mundo de hoy, que se deja llevar por lo contrario. Recalcó el testimonio de servicio de María hacia los más necesitados.
A la celebración, en Penco, asistió un grupo numeroso de religiosas de las distintas congregaciones que sirven en la Arquidiócesis, entre ellas, estuvo la joven Yecseni Gaona, 23, peruana, de la Orden de las Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazareth. Es religiosa hace 6 años, hizo su formación en Ecuador y Colombia. Ahora está en Arauco, en un hogar de ancianos de Fundación Las Rosas. También estudia Enfermería. De la misma congregación es María de la Cruz González Rodriguez, colombiana. Cumplió 46 años de consagración al Señor y dijo tener una vida plena.
Al término de la Misa, CONFERRE entregó un texto de reflexión a las representantes de las congregaciones presentes y las hermanas trinitarias agasajaron con un rico desayuno. El programa del día culminó con un almuerzo en casa Betania.